¿Tiene la piel seca?
Siga estos consejos para hidratarla y evitar las molestias que produce.
La piel extremadamente seca puede ser el punto de partida para
problemas dermatológicos más graves, como la tiña y el pie de atleta. Eso se
debe a que en la piel seca se forman grietas que facilitan el acceso a hongos,
bacterias y gérmenes. Los pies son especialmente vulnerables.
PRODUCTOS SALVADORES
Cúbrase con oro del Mediterráneo. Todas las
noches, deslice unas gotas de aceite de oliva sobre el rostro, codos, rodillas
y brazos. El aceite contiene grasa monoinsaturada, que refresca e hidrata la
piel sin dejar residuos grasos.
Suavice la piel con materia grasa.
Cualquiera
de estos productos grasos ayudará a que la piel no pierda humedad: vaselina,
aceite mineral, aceite de maní, aceite vegetal, o incluso margarina de origen
vegetal. Aplíquelos donde la piel se siente particularmente seca, pero use en
poca cantidad para evitar la sensación de grasitud.
Elimine la
sequedad con un rocío. Los aceites esenciales de rosa, lavanda o bergamota son excelentes
para hidratar la piel. Para preparar un rocío facial, mezcle unas pocas gotas
de cualquiera de esos aceites esenciales con agua, en una botella de 120 cc con
vaporizador; rocíe sobre el rostro cuando la piel necesite un refuerzo de
humedad.
BAÑOS
DE INMERSIÓN
Agregar al agua algunos
ingredientes puede brindar un alivio para la piel agrietada. En cuanto salga
del baño, aplíquese alguno de los humectantes de este capítulo; hacerlo con la
piel húmeda mantiene sus aceites naturales. Nota: el agregado de aceite en la
bañera la vuelve muy resbaladiza.
• 200 gramos de sal marina y 450 gramos de bicarbonato de sodio.
Permanezca en inmersión hasta que el agua se enfríe, para calmar la picazón.
• Dos tazas de sal inglesa (sulfato de magnesio o sal de Epsom).
Vierta la sal en la bañera, y reserve un poco. Mientras está en el agua, frote
con un puñado de sal inglesa las rodillas, codos y pies, para suavizarlos y
alisar las zonas ásperas.
• Una taza de avena (cruda) en una media de seda o una bolsita de
muselina. La avena contiene antioxidantes que alivian la piel y dejan una capa
que mantiene la humedad.
• Partes iguales de vinagre de manzana, germen de trigo y aceite
de sésamo o de oliva. El vinagre es antibacteriano y alcalinizante (ayuda a
mantener el equilibrio de acidez apropiada); el aceite de sésamo y el germen
de trigo aportan humedad.
• Una taza de leche en polvo con 1
cucharada de aceite de pepita de uva. El ácido láctico de la leche hará de
exfoliante para la piel, y el aceite de uva le brindará una potente dosis de
antioxidantes. El aceite de oliva es aceptable como sustituto.
PREPARACIONES
CASERAS
Tónico humectante de aloe
Muchos tónicos son demasiado secos para una piel agrietada, pero esta linda fórmula es totalmente perfecta. El aloe vera humecta, el vinagre alivia la picazón de la piel, y la aromática lavanda disminuye el enrojecimiento. El agua de azahar (que se usa en repostería y cócteles) se puede conseguir en casi todos los supermercados.
Ingredientes:
4 cucharadas de gel de aloe vera
2 cápsulas blandas de vitamina E de 400 U.I.
4 cucharadas de agua de azahar
2 cucharadas de vinagre de manzana
10 gotas de aceite esencial de lavanda
1. Raspar para extraer el gel de
las hojas más grandes de una planta de aloe vera fresca (se puede comprar gel
100% puro de aloe vera en la dietética o tienda naturista). Colocarlo en un
frasco pequeño, limpio y con una tapa que ajuste bien.
2. Perforar las cápsulas de
vitamina E con una aguja y exprimir su contenido en el frasco.
3. Agregar el resto de los
ingredientes. Apretar la tapa del frasco y agitar bien. Emplear una mota de
algodón para aplicar sobre la piel después de la limpieza; no enjuagar.
Conservar en la heladera.
Refrescante para manos con menta y lavanda
Las manos sufren especialmente los embates del clima y son lo primero en mostrar signos de envejecimiento. Protéjalas con esta loción rica y suavizante.
Ingredientes:
4 saquitos de té de menta inglesa
1¼ taza de agua hirviendo
1¹⁄8 taza de aceite de oliva (o una mezcla de aceite de almendras, damasco o pepitas de uva)
28 g de cera de abejas, finamente picada o rallada
10 gotas de aceite esencial de lavanda
2 cápsulas blandas de vitamina E de 400 U.I.
Paso a paso:
1. Colocar los saquitos de té
dentro de una taza y agregar el agua hirviendo. Tapar y dejar reposar de 15 a
20 minutos. Retirarlos.
2. En un recipiente a baño María,
entibiar el aceite de oliva. Agregar la cera y revolver hasta que se funda.
3. Retirar del fuego y añadir lentamente 1 taza del té de menta, batiendo continuamente hasta que se integren bien. Agregar el aceite esencial de lavanda y presionar para extraer el contenido de las cápsulas de vitamina E (perforadas con una aguja).
4. Verter la preparación en un frasco esterilizado con tapa de buen ajuste. Conservar en un lugar fresco y oscuro.