Si le salieron ampollas por algún motivo, esto es lo que
debe saber para tratarlas y dejar de sufrir.
Baño de té de manzanilla fortificado
Utilice 3 saquitos de té para ½ litro de agua hirviendo, y
deje reposar, tapado, 10 minutos. Añada una cucharadita de bicarbonato de sodio
para obtener un enjuague calmante y antiséptico. Si por su ubicación, la
ampolla no puede sumergirse en el líquido, empape un algodón o una gasa y
aplique.
Ayúdese con cinta adhesiva
Limpie los pies y aplique alcohol sobre la ampolla. Coloque
una capa fina de gasa sobre la ampolla y cubra la zona con un trocito de
cinta adhesiva de buena calidad (con el interior de tela). Asegúrese de
aplicarla en forma pareja, sin formar arrugas. La cinta adhesiva también
sirve para evitar ampollas; sólo asegúrese de que el pie esté totalmente
extendido antes de ponerse la cinta.
Saque una hoja
Esa planta de aloe vera que tiene en el balcón le
resultará útil. Arranque una hoja y frote suavemente con el gel cicatrizante
de su interior sobre la ampolla.
Busque su costurerito
Si la ampolla es grande o está en un lugar inconveniente,
donde se rompería de cualquier modo, lo mejor puede ser drenarla. Sin embargo,
debe saber que una ampolla abierta es más propensa a la infección. Para
pincharla, limpie una aguja de coser con alcohol (y también la ampolla); luego,
perfore la ampolla en uno o dos puntos y presione suavemente para extraer el
líquido. Aplique inmediatamente una pomada (ungüento) con antibiótico y una
venda.