Identificar los alimentos que generan acidez y los que la previenen es más fácil de lo que parece.
Azúcar. Con el correr del tiempo,
los niveles altos de azúcar en sangre que se dan con los tipos 1 y 2 de
diabetes dañan los nervios del cuerpo, incluidos aquellos que regulan el
vaciado del estómago. Si los alimentos permanecen en el estómago, se podrían regurgitar
más fácilmente a través del esófago.
Bebidas
cola. Cuando los investigadores de la Facultad de Medicina de
la Universidad de Arizona realizaron una encuesta a más de 15.000 personas
sobre sus hábitos cotidianos e historial de enfermedad por reflujo gastroesofágico, descubrieron que aquellos que
consumían más de una bebida gaseosa con cafeína por día eran un 24 por ciento
más propensos a sufrir reflujo nocturno que perjudicaba el sueño que aquellos
que bebían menos. Muchas de las bebidas efervescentes tienen un alto nivel de
ácidos, lo que explica la conexión, según afirman.
Fibra. Las personas que consumen panes con alto contenido de fibras (integrales)
tienen la mitad del riesgo de enfermedad por reflujo gastroesofágico en comparación con quienes comen panes con
bajo contenido de fibras (pan blanco), según un importante estudio escandinavo.
La fibra puede ayudar a absorber el exceso de óxido nítrico, un compuesto que
relaja los músculos del sistema digestivo. Cuando los investigadores del
Houston Veterans Affairs Medical Center realizaron un seguimiento del comportamiento
del esófago de 164 personas hallaron que aquellos que comían más frutas,
verduras, granos integrales y legumbres eran un 20 por ciento menos propensos a
presentar signos de erosión del tejido esofágico delicado causado por el
reflujo. Quienes presentaron más riesgos fueron las personas que ingerían más grasas,
proteínas y calorías.