Este padecimiento, caracterizado por la dificultad de entrada y salida del aire a los pulmones, se incrementa durante el invierno. En Argentina, se calcula que el 17% de la población padece esta enfermedad.

Como ocurre con las alergias, esta enfermedad se presenta cada vez con mayor frecuencia en los países desarrollados. Los investigadores lo atribuyen, entre otras cosas, a que los niños rara vez se exponen a los gérmenes, a los insectos y a la suciedad, muy comunes para las generaciones anteriores. Por eso, sus sistemas inmunológicos nunca aprenden a reaccionar de manera adecuada a estas sustancias esencialmente inofensivas. Según ciertos estudios, los adultos que crecieron en el campo tienen muchas menos probabilidades de contraer asma. Pese a que es imposible retroceder en el tiempo y volver la infancia, hay muchas estrategias para prevenir los ataques en caso de que ya la tenga.

En el asmático, las vías respiratorias que conducen el aire a los pulmones se tensan e hinchan. Durante un ataque de asma, los bronquiolos (las vías más pequeñas) se cierran. Esto provoca la liberación de sustancias químicas, como la histamina, que incrementan la inflamación y producen una mucosidad excesiva que aumenta la obstrucción del paso del aire. El ataque puede controlarse en casa, aliviarse de forma espontánea, o requerir tratamiento médico inmediato. 

¿Qué provoca los ataques de asma?

Factores externos o internos pueden causar un ataque de asma, y hay quienes son sensibles a ambos. Los factores externos suelen incluir un alergeno, como la caspa de mascotas, determinado alimento, polvo y ácaros, insectos, polen y contaminantes ambientales. Los internos, menos obvios y más difíciles de evitar, incluyen principalmente el estrés, la ansiedad, los cambios de temperatura, el ejercicio y las infecciones respiratorias, como la bronquitis.

¿Cuáles son los síntomas de un ataque de asma?

Sibilancias, falta de aire, tos persistente, opresión en el pecho y respiración entrecortada.

Estrategias innovadoras para prevenir el asma

De acuerdo con un grupo de investigadores australianos, la exposición breve y regular a los rayos ultravioleta, presentes en la luz solar, suprime ciertas reacciones del sistema inmunológico, entre ellas las que provocan los síntomas del asma; éste fue el resultado de un estudio realizado en ratones. Es necesario esperar a que se desarrolle una terapia de luz ultravioleta, ya que demasiada exposición al sol puede causar cáncer de piel.

Elegí tu puntuación
Dejá tu comentario