Por suerte para quienes padecen esta dolencia, hay ciertas medidas que pueden tomarse para combatir este mal.
Ciertos
alimentos y medicamentos, el estrés, los cambios en los patrones de sueño, el
humo del cigarrillo y una variedad de otros factores pueden activar
interruptores en su cerebro que provocan la migraña. Los factores de cada
persona son diferentes; llevar un diario de dolores de cabeza puede ayudarlo a determinar
el suyo. Registre cuando tenga migrañas y lo que tome, coma, beba, sienta o
haga durante las 24 horas anteriores al inicio del dolor.
Los medicamentos que
provocan migraña en general incluyen algunos antidepresivos, broncodilatadores,
anticonceptivos y pastillas para adelgazar. La comidas y bebidas que pueden
provocarla incluyen la cafeína (tomar demasiado o dejarla abruptamente), el
alcohol (aparentemente, excepto el vodka), el queso vencido, las carnes procesadas,
el glutamato monosódico, los frutos secos, los lácteos, muchas frutas
tropicales y la mayoría de las frutas disecadas –en general, excepto las
cerezas, los duraznos, las peras y las manzanas disecadas–, las cebollas, el
pan con levadura y el aspartamo.
Tomar
analgésicos de cualquier tipo más de dos veces a la semana puede ser un
problema. Estas drogas contraen los vasos sanguíneos inflamados, y alivian el
dolor. Pero cuando se eliminan, los vasos sanguíneos se inflaman de nuevo, y volverá
a tener migraña. Finalice el ciclo dejando sus medicamentos analgésicos. Probablemente
le duela al principio, pero los expertos dicen que empezará a sentirse mejor
entre 7 y 10 días después. Entonces, podrá enfocarse en las estrategias de
prevención como las que sugerimos aquí.
Reducir
en forma drástica la cantidad de grasas en la dieta puede disminuir la cantidad
de migrañas en un 40 por ciento, según reveló un estudio de la Universidad
de Loma Linda sobre 54 personas que padecían migraña y que mantuvieron dietas
extremadamente bajas en grasas (solo recibieron 10 a 15 por ciento de sus
calorías provenientes de las grasas cada día) durante ocho semanas. Cuando los
voluntarios del estudio tuvieron dolores de cabeza, estos fueron un 66 por
ciento menos intensos y aproximadamente un 70 por ciento más cortos que
antes. Los participantes también usaron un 72 por ciento menos de medicamentos para
dolores de cabeza. Los investigadores sospechan que ingerir menos grasas mejora
la flexibilidad de los vasos sanguíneos y estos se expanden y contraen más
fácilmente. También descubrieron que los voluntarios del estudio reemplazaron
la grasa por alimentos ricos en carbohidratos como pan y pastas, que aumentan
los niveles de serotonina, un neurotransmisor relacionado con un menor riesgo
de migraña.
¿No está listo aún para consumir tan poca grasa? Vea cómo reducir la
grasa saturada (que se encuentra en las carnes grasas, leches y quesos enteros
y aceites tropicales como el aceite de coco y palma) y recibir la mayoría de
las grasas de pescados grasos, aceite de canola u oliva, nueces y semillas de
lino. En algunos estudios, estas grasas buenas redujeron la frecuencia de las
migrañas, tal vez porque mantienen la flexibilidad de los vasos sanguíneos.