Tomarse un tiempo para realizar tareas cotidianas y ser consciente de los movimientos que realiza lo ayudará a evitar el dolor de espalda.
Duerma de costado o de espaldas, no boca abajo. Dormir boca abajo incrementa la curva de la espalda, modificando la alineación normal.
Párese
frente al espejo varias veces por día y enderécese. Memorice
la sensación que le produce que todo su cuerpo (desde las orejas hasta los
tobillos) forme una línea recta.
Revise
su lugar de trabajo. Aun cuando se incline
ligeramente hacia atrás en la silla, debe poder apoyar ambos pies completamente
en el suelo y mantener los ojos a nivel del monitor sin doblar el cuello.
Camine con el estómago apretado; no arquee la espalda. Levante la cabeza.
Camine
suavemente. Si camina golpeando el pavimento, enviará ondas de
impacto por todo su cuerpo, y creará una presión adicional sobre las
articulaciones, entre ellas, las articulaciones pélvicas y vertebrales. Pida a
alguien que lo observe y lo escuche mientras usted camina. Si le dicen que
camina con demasiada fuerza, practique caminar apoyando primero el talón y
después los dedos en lugar de todo el pie. Así se amortiguará cada paso y su
peso se distribuirá más uniformemente.
Levante
objetos como un profesional. La Academia Estadounidense
de Cirujanos Ortopédicos (American Academy of Orthopedic Surgeons) recomienda
levantar objetos de la siguiente forma.
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Objetos livianos (como un pedazo de papel): Sujétese de una silla o mesa
cercana como apoyo. Luego inclínese sobre el objeto, flexione un poco una
rodilla y extienda la otra pierna detrás de usted. Después de levantar el
objeto, impúlsese hacia arriba con la pierna flexionada.
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Objetos pesados (bolsa de compras o ropa sucia): Párese frente al objeto,
flexione las rodillas y haga fuerza con los músculos de las piernas. No doble
la cintura, y no haga fuerza solamente con los brazos para levantar.
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Equipaje: Párese junto a la valija, flexione las rodillas, tome la manija y
póngase derecho.
Use un banquito para alcanzar los lugares altos. Así evitará tener que estirarse demasiado, lo que podría provocar un desgarro o distensión en un músculo de la espalda. Si el banquito tiene un escalón inferior, también puede apoyar un pie en él, cambiando de pie de vez en cuando, para aliviar un poco la espalda mientras lava los platos.
Solucione
el problema de las mesadas de cocina bajas.
La altura típica de una mesada de cocina es de 90 centímetros. Esto significa
que las personas altas deben inclinarse para lavar los platos o preparar
comidas. Coloque un banco o escalera pequeña frente a sus piernas, e incline el
frente de éstas, apoyándolas. Un estudio de investigadores japoneses en
empleados de cocina y cocineros descubrió que este simple cambio redujo los
problemas en la espalda de forma considerable.