Las lágrimas no sirven únicamente para expresar tristeza o alegría: son la primera línea de defensa frente a una infección o daño.
1.
Recuérdese que debe parpadear. El índice de parpadeo
disminuye de un nivel normal de 17 a 22 parpadeos por minuto a tan solo 4 cuando
está realizando alguna tarea que requiere una focalización visual intensa. En
un estudio, ¡las personas que jugaban con la computadora parpadeaban solamente
cada 2 a 3 minutos! Mantener los ojos abiertos hace que la película protectora
de lágrimas se evapore. Para proteger los ojos, recuerde que debe parpadear
siempre que dé vuelta la hoja de un libro o que mire por el espejo retrovisor
al conducir, es decir, varias veces por minuto. Si está trabajando frente a una
computadora, intente cumplir la regla 20-20: deles a sus ojos un descanso de 20
segundos cada 20 minutos. Mire a través de una ventana o algún objeto de la
habitación y asegúrese de parpadear.
2.
Baje el monitor de la computadora. Subir la vista para
leer las líneas superiores en la pantalla podría duplicar la posibilidad de
tener ojo seco. El motivo: mirar hacia arriba expone más superficie de los ojos
al aire. Esta es una de las razones por las cuales el uso de la computadora
seca más los ojos que leer un libro, ya que cuando lee usted tiende a mirar
hacia abajo, lo que prácticamente hace que sus ojos se cierren. Eleve su silla
o baje el monitor de manera que pueda ver el tercio superior de la pantalla
cuando mira hacia adelante.
3. Consuma grasas buenas. Cuando los investigadores del instituto Brigham and Women’s Hospital de Boston controlaron la dieta y la salud ocular de cerca de 32.500 mujeres, detectaron que aquellas que consumían grasas buenas tenían menos riesgo de sufrir de ojo seco. De hecho, aquellas que ingerían atún por lo menos cinco o seis veces por semana eran un 68 por ciento menos propensas a sufrir ojo seco que quienes comían atún u otro alimento rico en ácidos grasos omega-3 menos de una vez por semana. Y para evitar abusar del atún, intente obtener los ácidos grasos omega-3 de diversas fuentes, por ejemplo, salmón, mero, sardinas y arenque, como así también de las semillas de lino, el aceite de linaza, el aceite de canola, los porotos de soja, las semillas de calabaza y las nueces. Los expertos creen que las cápsulas de aceite de pescado y aceite de linaza también pueden contribuir a la salud ocular, pero aún no se han puesto de acuerdo sobre la dosis adecuada. Siga las indicaciones del envase de los suplementos contra el ojo seco disponibles en las farmacias o tome cápsulas de aceite de pescado que contengan un total de un gramo de DHA (ácido docosahexaenoico) y EPA (ácido eicosapentanóico) por día. Puede llevar hasta tres meses notar la diferencia.
4.
Use lágrimas artificiales. Tenga a mano lágrimas
artificiales, también llamadas gotas lubricantes, cuando esté en lugares con
aire acondicionado o calefacción, en un auto, un avión, una zona desértica u
otro lugar con aire extremadamente seco. Los expertos en ojos recomiendan usar
gotas sin conservantes si las va a utilizar más de cuatro a seis veces por día
durante más de dos o tres días; de lo contrario, sus ojos podrían
sensibilizarse e inflamarse.