Aunque le resulte sorprendente, estos 3 hábitos saludables lo ayudarán a controlar el glaucoma.
Manténgase
en movimiento. Si bien no sustituye a los exámenes
visuales ni a las gotas para los ojos, la actividad física es una gran
estrategia complementaria para ayudar a reducir el riesgo de glaucoma. Los
estudios muestran que practicar ejercicios que elevan el ritmo cardíaco (como caminar,
nadar e incluso las tareas del hogar enérgicas) durante 20 minutos puede
reducir la presión del ojo en cuatro puntos inmediatamente después de
realizarlos. Hacer ejercicio cuatro veces por semana puede mantener la presión
ocular más baja durante todo el día. (Si usa gotas oculares, siga haciéndolo
hasta tanto su médico le indique lo contrario). Evite los movimientos que
incluyan bajar la cabeza por debajo del nivel del corazón, como pararse de
cabeza, la posición del perro que mira hacia abajo en yoga o cualquier
ejercicio que lo mantenga inclinado hacia adelante. Estos movimientos pueden
elevar la presión en el ojo.
Deje
de fumar. Cuando un grupo de investigadores griegos analizó siete estudios
de glaucoma, halló que los fumadores eran un 37 por ciento más propensos a
desarrollar glaucoma que quienes no fumaban. No todos los estudios han hallado
una conexión, pero si le han alertado sobre la posibilidad de sufrir glaucoma,
es una buena razón para dejar este hábito.
Relájese
y descanse. Hay evidencia de que el estrés emocional eleva la presión
de los líquidos en el interior de los ojos y que las técnicas de relajación
pueden revertir esta tendencia. En un estudio alemán sobre personas con
glaucoma, aquellos que hicieron ejercicios de relajación de visualización
guiada redujeron la presión ocular en forma significativa. Una vez más, no es
un sustituto de las gotas si las necesita, pero podría ser de ayuda.
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