¿Conoce los síntomas
de esta dolencia? ¿Y sabía que existen formas de prevenirla? Siga leyendo para aprender
de qué se trata.
La degeneración
macular asociada con la edad (DMAE) es la causa principal de los trastornos
oculares propios de la tercera edad. En un estudio realizado en Bristol,
Inglaterra, entre 934 hombres de 65 a 83 años de edad, el 9,2% sufrió cambios
maculares en estadios tempranos de la enfermedad y el 0,5% desarrolló DMAE
grave en el término de 17 años.
La DMAE se produce
cuando se daña la mácula (la parte central de la retina que se encarga de la
visión detallada), lo que provoca distorsión de la visión central y, con el
paso del tiempo, una mancha en el centro de la visión. Existen dos tipos de
degeneración: la DMAE seca, que ocurre cuando en la retina se forman drusas (pequeños
depósitos amarillos que debilitan los vasos sanguíneos y los vuelven más
frágiles) que dañan la mácula, y la DMAE húmeda, en la que crecen anormalmente
nuevos vasos que dejan escapar sangre bajo la mácula, y provocan cicatrices en
el tejido. Este tipo, que conforma el 10% de los casos, es más grave y avanza
con más rapidez.
Si usted supone que
padece los primeros síntomas de DMAE, podrá retardar la pérdida de la visión
con un tratamiento adecuado que consista en comer de modo saludable y dejar de
fumar. Los siguientes síntomas son los más comunes:
• Las líneas rectas se
ven onduladas.
• La visión central se torna borrosa, lo que causa dificultad para leer las letras pequeñas. El área afectada se va expandiendo en forma gradual y puede aparecer una mancha en el centro visual.
• Los colores pierden intensidad y se necesita más luz para ver.
El deterioro de la vista que produce la enfermedad no se recupera, pero como solo afecta la visión central, nunca se produce una ceguera completa. La gente con DMAE tiene dificultades para leer, conducir o reconocer rostros, pero puede realizar sus actividades diarias.
Si usted fuma, sufre
de hipermetropía o tiene antecedentes familiares de la enfermedad, las
posibilidades de padecer DMAE se incrementan. Sin embargo, existen maneras de
reducir el riesgo:
• Si fuma, es hora de
abandonar el hábito.
• Proteja sus ojos con
gafas de sol que bloqueen los rayos ultravioletas A y B. También puede usar
lentes fotocromáticas, que tienen la propiedad de adaptarse a la luz ambiente y
podrá usarlas todo el día (controle que tengan protección contra los rayos UVA
y UVB).
• Procure mantener su
índice de masa corporal equilibrado
• Coma menos grasas
saturadas.
• Siga una dieta saludable para la vista: coma muchas frutas y verduras (por sus antioxidantes) y pescados grasos (por los ácidos grasos omega-3).
• Haga ejercicio. La actividad física vigorosa reduce el riesgo de DMAE hasta un 54%, según una investigación estadounidense sobre 1313 mujeres de 55 a 74 años; además, comer saludablemente y no fumar disminuye en un 71% el riesgo de contraer la enfermedad.