Pese a que la efectividad de la vacuna contra la gripe siempre es variable, se aconseja la vacunación, en especial para las personas en grupos de riesgo.
La
gripe no solamente es molesta, también puede ser peligrosa, especialmente en
los ancianos. En un estudio realizado durante 10 años a cientos de personas de
la tercera edad, la vacuna contra la gripe redujo el riesgo de hospitalización
por enfermedades relacionadas con esta afección en un 27 por ciento y redujo el
riesgo de muerte en un 48 por ciento.
No
se trata de una vacuna perfecta; algunos años funciona mejor que otros. En el
mejor de los casos, brinda protección contra el 70 a 90 por ciento de los virus
de la gripe que circulan. Y como mínimo, brinda un 40 a 50 por ciento de
inmunidad. Sin embargo, esto es mejor que no vacunarse. Debe aplicarse la
vacuna si tiene más de 50 años, si tiene una afección médica que disminuye su respuesta
inmunológica o afecta la función pulmonar, o si en su hogar alguna persona
sufre de alguna de estas dolencias (para protegerse usted y a ellos).
¿Odia las inyecciones?
Considere una vacuna en aerosol nasal. En los Estados Unidos, está aprobada
para las personas de 2 a 49 años y elimina el riesgo de contraer gripe en un 30
a 57 por ciento. No se recomienda para niños que sufren de asma, mujeres embarazadas
o cualquier persona con sistema inmunológico deprimido.
¿Cómo se puede reforzar la vacuna?
La
vacuna contra la gripe funciona al introducir una pequeña dosis de varios virus
en el cuerpo. En el caso de inyecciones, los virus están muertos; si se trata
de una vacuna inhalada, permanecen vivos pero debilitados, por lo que usted no
se enfermará. Luego el cuerpo produce anticuerpos, que estarán listos para
combatir los virus cuando esté expuesto a una verdadera gripe. Cuantos más anticuerpos
tenga, mayor será la protección. Estos factores pueden afectar la efectividad
de la vacuna.
Estrés: Sentirse estresado entre 8 a 10 días después de aplicarse la vacuna podría
suprimir la respuesta inmunológica de la vacuna en un 12 a 17 por ciento.
Fiebre: Si tiene fiebre el día programado para aplicarse la vacuna, cambie el día.
La fiebre es un signo de que su sistema inmunológico ya está combatiendo una
infección; no le pida que realice muchas tareas a la vez.
Sueño: Dormir bien durante varias noches antes de aplicarse la vacuna podría ayudar a incrementar la producción de anticuerpos en un 50 por ciento.
Taichi
o qigong: Los investigadores de la Universidad de Illinois hallaron
que las personas que practicaron una de estas dos actividades una hora tres
veces a la semana durante 20 semanas produjeron una cantidad mucho mayor de
anticuerpos después de aplicarse la vacuna contra la gripe.