Con la incorporación de estos alimentos disminuyen la hinchazón, los cambios de humor y los problemas de concentración.
Un estudio hecho
en 33 mujeres sanas descubrió que reducir la cantidad de grasas animales, del
habitual 40% a un 20%, marcó diferencia con respecto a los síntomas del SPM.
En general, disminuyeron la hinchazón, los cambios de humor y los problemas de
concentración.
¿Por qué
consumir más verduras y cereales integrales es de ayuda para las mujeres con
SPM? Podría ser que eso nivele las hormonas, al hacer descender los niveles de
estrógeno en sangre. Otro posible motivo: los carbohidratos complejos
potencian los niveles de serotonina, el neurotransmisor del bienestar, que es
el mismo sobre el que actúan ciertos antidepresivos. En un estudio del
Instituto de Tecnología de Massachusetts, los investigadores encontraron que
las mujeres que comían más cantidad de carbohidratos complejos se sentían
menos deprimidas, fastidiadas o ansiosas y tenían un estado de ánimo más
estable que las que consumían menos carbohidratos complejos.
Eso parece
lógico, porque los carbohidratos con alto contenido de fibra se digieren con
más lentitud que los carbohidratos del azúcar, la harina o el arroz blancos y
por eso ayudan a mantener estable el nivel de azúcar en sangre. Cuando el
azúcar cae a niveles muy bajos, aparecen la fatiga y la irritación, que
aumentan los síntomas anímicos del SPM. Los carbohidratos complejos también
evitan la constipación, común en las mujeres con espasmos menstruales.
Muchas mujeres
tienen antojos de dulces antes y durante el período. Pero en lugar de usar el
azúcar como consuelo, comer cereales integrales, frutas y verduras puede dar
un buen golpe a los síntomas del SPM, incluyendo los espasmos que suelen
acompañar al sangrado intenso.
Bonus track: Almohadilla de hierbas para los espasmos
Este remedio calmante tiene sus raíces en la medicina china tradicional. El pequeño envoltorio contiene hierbas del especiero, conocidas porque también alivian dolores.
Ingredientes:
2 cucharadas de jengibre en polvo 2 cucharadas de clavos de olor
2 cucharadas de canela en polvo
2 cucharadas de semillas de hinojo
Preparación:
1. Disponer el jengibre, los clavos, la canela y las semillas en una bolsita formada por varias capas de gasa o un trozo de tela de algodón. Atar firmemente con un hilo de algodón.
2. En una ollita, colocar agua hasta una altura de unos 3 o 5 cm. Llevar a hervor.
3. Ubicar la bolsita en una rejilla o vaporera, unos centímetros por encima del agua, y calentar
hasta que se sienta agradablemente tibia.
4. Para aplicarla, recuéstese y coloque la almohadilla de hierbas en la zona inferior del abdomen. Relájese y descanse unos 15 minutos. Se puede reutilizar la bolsa varias veces; prepárese una nueva cuando las hierbas pierdan el aroma.