Conozca las nuevas opciones para combatir el cáncer de próstata, a medida de cada paciente.
Fuente: Salud a Diario
Cirugía contra el cáncer
Un cáncer agresivo que no se ha extendido fuera de la próstata se trata con prostatectomía, es decir, la extracción de la glándula
mediante un procedimiento quirúrgico. Para tipos de cáncer muy pequeños y
localizados, los cirujanos pueden realizar una prostatectomía parcial:
extirpan el tumor y el borde que lo rodea para asegurarse de que no queden
células cancerígenas, y dejan intacta la parte no afectada para mantener
los nervios. Históricamente, la prostatectomía se realizaba como cirugía
“abierta”, a través de una incisión abdominal. Hoy, muchos hospitales ofrecen
prostatectomías robóticas en las que los cirujanos realizan pequeñas
perforaciones en la pared abdominal y operan mediante diminutos brazos
robóticos y una cámara 3-D desde la pantalla de un ordenador. Los métodos
son comparables en términos de eficacia y efectos colaterales, lo que incluye
incontinencia urinaria y disfunción eréctil, pero la alternativa del
procedimiento robótico limita la pérdida de sangre y reduce el tiempo de
recuperación.
Radiación contra el cáncer de próstata
La radiación es muy efectiva para matar el cáncer y se
puede realizar de dos formas. La braquiterapia, a partir de la cual se colocan
fuentes radiactivas en la próstata, libera menos radiación, pero es más
adecuada para tipos de cáncer pequeños, afirma el profesor Van der Poel. Para
tumores más grandes o agresivos, se usa radiación externa, ya que permite
irradiar también el área que rodea el tumor a fin de garantizar que el cáncer
no se extienda. En comparación con la cirugía, la radiación muestra índices
de supervivencia similares y puede causar menor incontinencia, pero disfunción
sexual más prolongada, sostiene el experto, y apunta que la edad es un factor
significativo, ya que los hombres más jóvenes se recuperan mejor. “Yo me
sometería a cirugía, pero para mi padre recomendaría radioterapia”.
Medicación contra el cáncer de próstata
La enzalutamida y el acetato de abiraterona,
recientemente aprobados, alargan la vida en casos de cáncer en etapa avanzada.
En ensayos recientes, el acetato de abiraterona mostró resultados más
efectivos en combinación con terapia hormonal supresora de andrógenos (ADT),
para casos de cáncer avanzado con metástasis en huesos u otros órganos que
no puedan ser extirpados quirúrgicamente. Estos medicamentos suprimen la
producción de testosterona en el organismo, que los tumores utilizan para su
desarrollo, pero entre los efectos secundarios se incluyen pérdida de libido,
dolor muscular y articular y debilidad. Según el Dr. Karim Fizazi, jefe del
departamento de medicina contra el cáncer del Instituto Gustave Roussy, en
París, “puede reducir casi el 40 % el riesgo de muerte”.
Terapia focal contra el cáncer
La terapia focal, el tratamiento más controvertido,
ofrece una variedad de métodos. Con el ultrasonido focalizado de alta
intensidad (HIFU) se eleva la temperatura del tumor; con la crioterapia lo
congelan con nitrógeno líquido o gas argón. También se puede electrocutar el
tumor con la tecnología NanoKnife o inyectar químicos tóxicos en su interior.
El tratamiento de radiación conocido como braquiterapia es también una técnica
focal. Todos destruyen el tumor y conservan los tejidos sanos, lo que tiene
menos efectos. Sin embargo, resulta difícil saber si efectivamente se
eliminan todas las células cancerígenas. Pero el profesor Mark Emberton
considera que mediante una resonancia magnética multiparamétrica se puede
identificar el tumor con precisión antes de someterse a la terapia y luego
verificar su desaparición. “Si es posible conservar la mitad de la glándula,
existe un 95 por ciento de probabilidades de tener erecciones”, afirma Emberton
Otro método con muy pocos efectos secundarios, aprobado en 2017, es inyectar el
medicamento Tookad (padeliporfina) y activarlo con luz. Los expertos aún son
cautelosos hasta que se confirme la eficacia de estas terapias. “Estamos
dejando atrás el enfoque de un tratamiento único para todos”, asegura Emberton,
“y avanzamos hacia un tratamiento a medida de cada individuo”. Y eso, añade
este experto, “es realmente muy emocionante”.