Aunque no solemos hacer la distinción,
la rinitis no es de una sola clase, sino de varias.
No todas las rinitis tienen el mismo
origen. De los diferentes tipos que existen, se destacan tres:
1. Rinitis estacional
Es
aquella que siempre nos viene a la mente, la que ocurre en ciertas épocas del
año, sobre todo en primavera y otoño, cuando el polen (alergeno potente) se
encuentra en su apogeo. Aunque la temporada en que a ti te dé depende del
lugar donde vivas, del clima y la estación, esto no significa que si te mudas de casa tu situación mejorará. Si eres proclive a padecerlas, no es difícil que
te vuelvas alérgico a algo más en tu nuevo ambiente.
2. Rinitis perenne
Si
la padeces, tienes el nada grato honor de sentirte mal todo el año. Es probable
que seas alérgico a la caspa de las mascotas, a los ácaros del polvo, al
excremento de las cucarachas, al moho: todos disparadores de alergias que no
conocen de estacionalidad.
3. Rinitis ocupacional
Échale
la culpa a tu trabajo; eso es lo que hará tu médico. Esta rinitis es resultado
de una susceptibilidad a algo en el lugar donde laboras, ya sea una
sustancia química, las plantas del vestíbulo o las fibras de la alfombra.
Si los síntomas sólo se presentan ahí, si mejoran o desaparecen los fines de
semana y en las vacaciones, y si tus colegas también los sufren, no dudes en
comentarlo con tu médico.