Además de ser
delicioso, el chocolate aporta beneficios en el ánimo y en el organismo. ¿Le
gustaría conocerlos?
1. Causante de felicidad
El chocolate es un regalo de amor y un mítico
reparador de encuentros románticos frustrados. De las mujeres, en particular,
se sabe que buscan chocolate cuando las invade la tristeza. Actualmente, los
científicos están un pasito más cerca de descubrir la razón de esta reputación
del chocolate para causar felicidad. En un estudio reciente, científicos del
Centro de Investigación Nestlé, en Suiza, examinaron los efectos del chocolate
sobre los niveles de las hormonas de estrés. Convocaron a 30 personas para el
estudio y midieron sus niveles de ansiedad. Trece personas fueron evaluadas
como con alta ansiedad y 17 con poca ansiedad. Todos recibieron 20 gramos de
chocolate amargo dos veces al día. Al cabo de dos semanas, los investigadores realizaron
exámenes de sangre y orina y descubrieron que el chocolate había hecho
descender los niveles de las hormonas del estrés en todos los voluntarios, pero la disminución era mayor en las personas
con ansiedad alta que en aquellos con poca ansiedad.
2. Aliado del corazón
En cuanto al corazón, la Asociación Americana del
Corazón presentó recientemente un resumen de años de investigaciones sobre el
chocolate en un informe que publicó en su revista, Circulation
(Circulación). ¿Cuál fue la conclusión? “El cacao ejerce sin duda efectos cardiovasculares
beneficiosos”. El motivo de estos efectos benéficos, decía el informe, es su
concentración de polifenoles, que también se encuentran en frutas y verduras.
Por ejemplo, en 2008,
los investigadores de la Universidad Johns Hopkins y del Hospital Sinai en
Baltimore llegaron a la conclusión de que consumir 100 gramos de chocolate
amargo (con un 70% de cacao) todos los días durante una semana pueden hacer
descender el colesterol malo LDL en un 6% y aumentar el colesterol bueno HDL en
un 8%.
3. Control de la presión
Investigadores italianos en colaboración con el
Centro de Investigaciones en Nutrición Humana y Envejecimiento del Departamento
de Agricultura de los Estados Unidos, en la Universidad Tufts, estudiaron a 19
personas con presión sanguínea alta y problemas para controlar el azúcar en
sangre. Les dieron una porción diaria de 100 gramos, ya sea de chocolate amargo
o de chocolate blanco. Al cabo de 15 días, los grupos cambiaron de variedad de
chocolate. Resulta que comer chocolate amargo, no así el blanco, baja la
presión sistólica, el primer valor en la lectura de la presión sanguínea, en 12
puntos, y la presión diastólica en 9 puntos. Más aún, comer chocolate amargo
reducía la inflamación, otro factor de riesgo de enfermedades cardíacas, y
aumentaba la sensibilidad a la insulina, un factor importante para el
tratamiento de la diabetes tipo 2.