Al elegir avena, guíese por sus papilas gustativas. Desde el punto de vista nutricional, todas las variedades son iguales, pero se debe controlar el contenido de azúcar y sal de la avena instantánea.
• El salvado de avena
o avena entera es un producto mínimamente procesado. Es nutritivo, pero difícil
de masticar y se debe remojar y cocinar durante bastante tiempo. Se puede usar
como sustituto de la cebada o el arroz.
• La avena arrollada o
avena clásica es el grano tratado con vapor y convertido en láminas, de modo
que se cocina rápidamente.
• La avena instantánea
está formada por copos muy delgados y precocidos, y solo es necesario mezclarla
con un líquido caliente. Suele tener agregado de saborizantes, azúcar y sal.
• La avena cortada,
avena irlandesa o avena escocesa es el grano de avena que ha sido cortado en
trocitos pequeños, pero no aplanado para formar copos. Es más crujiente que la
avena arrollada y se suele usar para sopas de avena calientes y para el muesli.
Cualquiera que sea la
variedad elegida, conserve la avena en un recipiente bien cerrado, hasta seis
meses.
La avena contiene un
tipo especial de fibra con propiedades inmunopotenciadoras y pasa a ser menos
saludable si se le agrega mucha manteca y azúcar. Recomendamos hacer lo
contrario: mezclarla con arándanos rojos o azules, canela, nueces picadas,
semilla de lino molida o pasas de uva le agrega nutrición adicional a un
alimento que ya es fabuloso.