Es difícil erradicar por completo este mal que viene acentuándose
año tras año.
“Durante mucho tiempo se tenía la creencia de que estos
trastornos presentaban una baja remisión, pero esto estaba relacionado con los
cortos períodos de seguimiento. Estudios recientes muestran unas tasas de
recuperación total en torno al 50 %; un 30 % de los pacientes presenta una
mejoría parcial, y en el 20 % restante la enfermedad se cronifica”, detalla. La
especialista afirma que los tiempos de recuperación también son muy
variables pues oscilan entre los 2,5 años y los 18 años, si bien las últimas investigaciones
apuntan a una remisión elevada entre los cinco y los ocho años de seguimiento.
Buen pronóstico para los TCA
“Existen diversos factores de buen pronóstico, como son la edad de inicio temprana, la corta sintomatología previa al tratamiento, la buena relación paterno-filial o un nivel socioeconómico elevado. Hay, asimismo, factores de mal pronóstico, entre los que se encuentran la presencia de vómitos, el uso de laxantes, la pérdida de peso previa al tratamiento y el ejercicio compulsivo”, puntualiza. Montero relata que, en general, los pacientes con anorexia presentan peor pronóstico que aquellos que sufren bulimia, además de una mayor tasa de mortalidad.
No obstante, “es frecuente
la transición diagnóstica de la anorexia a la bulimia, mientras que el proceso
inverso es muy poco habitual”, expone en el artículo publicado en Efesalud.com.
Pese a todo, la psicóloga subraya que cada vez se tiene mayor conocimiento
sobre la génesis de la enfermedad alimentaria; cada vez más agentes sociales
asumen su papel preventivo y, en general, cada vez es mayor la coordinación
interdisciplinaria para combatir la propagación de estas enfermedades.