Consumo de sal Consumo de sal

Estas afirmaciones suelen escucharse respecto del consumo de sodio, aunque no pueda demostrarse su veracidad.

Fuente: semana.com 

La OMS echó por tierra algunas ideas comunes, pero erróneas, sobre la reducción del consumo de sal. Se las enumeramos a continuación.

MITO 1: “Cuando hace calor y hay humedad, y uno transpira, se necesita más sal en la alimentación”.

El sudor contiene poca sal y, por lo tanto, no es necesario agregar más, incluso, en los días cálidos y húmedos. Sin embargo, es importante beber mucha agua.

MITO 2: “La sal marina es ‘mejor’ que la refinada por el simple hecho de que es ‘natural’”.

Cualquiera sea el origen de la sal, es el sodio el causante de problemas de salud.

MITO 3: “La sal agregada en la cocción es la fuente principal de la ingesta de sal”.

En muchos países, alrededor del 80 % de la sal en la alimentación proviene de alimentos elaborados, como especifica este artículo de Semana.com.

MITO 4: “Se necesita sal para que los alimentos sean mucho más sabrosos”.

El ajuste de las papilas gustativas lleva cierto tiempo, pero cuando uno se habitúa a comer con menos sal, es más probable que se aprecien aún más los alimentos y que se reconozca una gama más amplia de sabores.

MITO 5:  “Los alimentos sin sal no tienen sabor”.

Tal vez sea cierto al principio, pero las papilas gustativas se van habituando a la disminución de la sal, y es probable que uno acabe por apreciar los alimentos y encontrarles más sabor.

MITO 6: “Los alimentos ricos en sal tienen un gusto salado”.

Ciertos alimentos ricos en sal no parecen tan salados, porque a veces se les añaden otros ingredientes, como azúcares, para disimular el sabor. Es importante leer las etiquetas para conocer el contenido en sodio.

MITO 7: “Solo las personas de edad deben preocuparse por la cantidad de sal que consumen”.

El hecho de consumir demasiada sal aumenta la tensión arterial a cualquier edad.

MITO 8: “La disminución de la sal podría ser nociva para mi salud”.

Es muy difícil consumir muy poca sal, porque está presente en gran cantidad de alimentos de consumo diario, pero no es imposible lograrlo según concluye el artículo de Semana.com.  

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