Solo se necesitan dos cosas
para una alimentación saludable: una despensa surtida y la voluntad de
usar los elementos almacenados. Guarde esta lista y utilícela como guía al hacer las compras.
Suprima las cosas malas
Todos los consejos sobre remedios
caseros no sirven de nada si su despensa está repleta de alimentos insalubres.
Dígalo en voz alta: golosinas azucaradas, comidas procesadas, confituras y
otros similares ¡fuera de aquí! Prepare una caja para la comida que se puede
donar y una bolsa de residuos para descartar los paquetes abiertos. Comience a
seleccionar:
Abandone los azúcares malos
Los alimentos procesados deben
consumirse lo menos posible. A veces, se pueden usar productos que tengan algo
de miel o incluso azúcar blanco; pero descarte todo lo que contenga jarabe de
maíz o jarabe de maíz de alta fructosa entre los primeros cuatro ingredientes
que se mencionan. Estos endulzantes, vacíos desde el punto de vista
nutricional, densos en calorías, son peores que el azúcar.
Muchísimas comidas y bebidas los contienen en abundancia, incluso
los que parecen saludables como los jugos de frutas. Por eso, lea atentamente
las etiquetas.
Eche a la basura las grasas tóxicas
Descarte todo lo que figura
en su etiqueta como “aceite parcialmente hidrogenado” y no compre ningún
producto que incluya nada “parcialmente hidrogenado”. Ingerir estas grasas,
llamadas grasas trans, es como cargar con cemento las arterias; no existe una
“cantidad aceptable” de esas sustancias. Estas grasas aumentan el colesterol
malo (LDL) y hacen bajar el colesterol bueno (HDL). Consumir comidas que contengan
grasas trans incrementa el riesgo de enfermedad cardíaca, ataque cerebral y
diabetes tipo 2.
Tire los productos con químicos
Una lista de ingredientes con
sustancias químicas significa que ese alimento fue procesado hasta el hartazgo.
Los productos que contienen demasiados ingredientes, en especial los que
incluyen sustancias impronunciables, deberían desaparecer de su despensa.
Confíe en su olfato
Si ese frasco de tomillo que tiene en la
alacena perdió el sabor, en el camino también perdió las propiedades
medicinales. Abra cada frasco con hierbas y huélalo. Si no percibe el aroma
característico, es probable que haya perdido sus virtudes curativas (y
culinarias). Reemplácelo por un producto fresco. En general, la mayoría de las
hierbas, si se conservan en una alacena fresca, seca y oscura, pueden durar uno
o dos años. Las especias enteras, no molidas, como la canela en rama, duran un
año más.
A la bolsa con los cereales que no cumplen
Una porción de cereal
nutritivo mide 1 taza y debería incluir, aproximadamente:
• 120 calorías, o menos
• 2 gramos, o más, de proteínas
• 5 gramos de fibra (si es más,
mejor)
• 8 gramos, o menos, de azúcar: a
menos que se trate de un cereal que por lo demás es saludable y contenga frutas
deshidratadas.
• 3 gramos, o menos, de grasas; sin grasas trans. Si un cereal que en todo lo demás es saludable y contiene frutas secas, es aceptable que el contenido de grasas sea más alto.
• Entre 10 y 25 % del valor diario de vitaminas y minerales fundamentales (p. ej., hierro, folato, B6 y B12).
Controle las fechas de vencimiento
A pesar de que no todos los
ingredientes de la alacena que estén vencidos serán dañinos, lo más probable es
que hayan perdido su valor nutricional, y deben ser eliminados.
Destierre las bebidas azucaradas
Si pudiera hacer una única cosa
para mejorar la salud de su familia, debería ser limitar su ingesta de bebidas
azucaradas. Esas bebidas son la fuente número uno de azúcar agregada en la
dieta occidental típica, según la Asociación Americana del Corazón. En Estados
Unidos, un adulto consume la enorme cantidad de 29,8 cucharaditas de azúcar
diarias, y casi la mitad proviene de las gaseosas y bebidas endulzadas.
En el informe se asocia el consumo de esas bebidas con el aumento
de peso y una menor ingesta de nutrientes, para no mencionar las anomalías
metabólicas (pensemos en la diabetes) y el impacto destructivo sobre la salud.
Sea prudente con lo “natural”
Algunos productores de alimentos incluyen expresiones como “natural” o “saludable”
en las etiquetas de sus productos. Eso no significa nada, porque no existe
normativa que regule el uso de esos términos. Si le interesan los productos
“naturales”, no preste atención a las estrategias de promoción y lea la
etiqueta de valores nutricionales, para asegurarse de que el producto no
contiene ingredientes sintéticos.
Almacene cosas buenas
Una vez que haya revisado la
alacena y descartado los productos que no son saludables, verifique cuáles de
estos ingredientes ya tiene en su despensa. Así podrá hacer las compras
necesarias para completar los básicos que necesitará para preparar remedios
caseros para toda la familia. Para tener una alacena saludable, debería contar
con varios de los ingredientes que se listan a continuación.
Legumbres y verduras, secas o en lata
    Arvejas partidas
    Choclo 
    Chucrut
    Lentejas
    Porotos: alubias, colorados,
garbanzos, pintos, negros y otras variedades
    Tomates, enteros, triturados, puré
    Verduras de hoja, como espinaca y
repollo
    Zanahorias
Cereales y granos enteros
    Avena, arrollada y partida
    Burgol
    Cebada, común y de cocción rápida
    Cereales ricos en fibras y bajos
en azúcar
    Cuscús de trigo entero
    Germen de trigo
    Harina de trigo entero
    Pasta de trigo integral
    Quinua
    Salvado de avena
    Salvado de trigo sin procesar
Condimentos
    Alcaparras
    Aliño de rábano picante
    Mostaza
    Sal marina
    Salsa de tomates
    Salsa picante
    Tamari o salsa de soja
Frutas deshidratadas
    Arándanos azules
    Arándanos rojos
    Cerezas
    Ciruelas deshidratadas
    Damascos
    Dátiles
    Higos
    Pasas de uva
Pescado (en lata)
    Anchoas
    Arenque
    Atún claro en trozos
    Caballa
    Caviar, rojo y negro (de salmón y lumpo)
    Salmón 
    Sardinas, envasadas en aceite de sardina
Artículos de almacén
    Almidón de maíz
    Azúcar 
    Azúcar negra
    Bicarbonato de sodio
    Bolsas plásticas de almacenamiento, de varios tamaños
    Bórax
    Cacao en polvo
    Café
    Caldo, bajo en sodio, preferentemente orgánico: de pollo, de
verduras y de carne vacuna
    Cebollas
    Chocolate amargo (65% de cacao o más)
    Hongos, secos
    Limas
    Limones
    Saquitos de té: negro, manzanilla, verde, menta inglesa, rooibos
Alimentos dietéticos y artículos de farmacia
    Aceite de almendras
    Aceite de jojoba
    Aceite de palta
    Aceites esenciales
    Agua de hamamelis
    Alcohol para fricciones
    Arcilla cosmética (bentonita)
    Cera de abejas
    Glicerina vegetal
    Miel, cruda y saborizada (por lo general, en las dietéticas se
ofrecen más variedades que en los supermercados)
    Sal inglesa
Hierbas y especias
    Ají picante, molido
    Ajo fresco
    Canela en polvo
    Clavos de olor enteros
    Comino
    Coriandro molido
    Cúrcuma, molida
    Jengibre: raíz fresca, raíz en polvo, rebanadas confitadas
    Menta inglesa
    Mostaza (en polvo)
    Nuez moscada
    Orégano
    Pimienta negra
    Planta de aloe vera, en maceta
(para la ventana)
    Planta de melisa, en maceta (en la
ventana o en el jardín)
    Planta de menta, en maceta (en la
ventana o en el jardín)
    Rábano picante
    Romero
    Salvia
    Semillas de alcaravea 
    Semillas de eneldo
    Semillas de fenogreco
    Semillas de hinojo
    Semillas de mostaza, marrón o
amarilla
    Tomillo
    Wasabi
Jugos
    Cóctel de vegetales (100% jugo de
vegetales, sin azúcar, bajo en sodio)
    De arándanos azules (100% puro,
sin azúcar)
    De arándanos rojos (100% puro, sin azúcar)
    De tomate, bajo en sodio
    De uva (100% puro, sin azúcar)
Aceites y materias grasas
    Aceite de canola
    Aceite de linaza (cómprelo refrigerado, en las buenas tiendas de
alimentos naturistas o dietéticas, y consérvelo en la heladera. Nunca lo
caliente. Úselo con frecuencia     porque es altamente perecedero. Descarte si
presenta un olor rancio.)
    Aceite de nuez (bueno para ensaladas)
    Aceite de oliva extra virgen (el que incluye las palabras “prensado
en frío” en la etiqueta es el de mejor calidad; usarlo para ensaladas)
    Aceite de oliva virgen (para cocinar)
    Aceite de semillas de uva (puede reemplazar el aceite de oliva en
las recetas, es apto para cocinar a alta temperatura)
    Aceite de sésamo tostado y aceite de sésamo ligero
Frutas secas y semillas
    Almendras
    Nueces
    Nueces de Brasil
    Pecanes
    Pistachos
    Semillas de girasol
    Semillas de lino
    Semillas de sésamo
Vinagres
    Vinagre blanco destilado
    Vinagre de manzana
    Vinagre de vino
Bebidas alcohólicas (optativo)
    Ron oscuro
Vino tinto
Vodka
 
                         
                         
    					 
					     
					


