Frente al avance de la
diabetes, casi una epidemia en la actualidad, es posible hacer algo: existen
remedios caseros para mantener la glucemia a raya.
La epidemia de diabetes
¿Cuánto se ha extendido esta enfermedad? Durante las dos últimas décadas, la cantidad de personas en todo el mundo con diagnóstico de diabetes ha aumentado de 30 millones a 246 millones. En comparación, en 2008, 33,4 millones de personas en todo el mundo vivían con VIH, el virus que causa el sida. Si bien la “epidemia” de diabetes ha sido muy documentada en los Estados Unidos, ese país alberga menos del 10% de los casos mundiales. 7 de los 10 países con la cantidad más alta de diabéticos son países en desarrollo, con China e India a la cabeza. La Organización Mundial de la Salud, con prudencia, estima que para 2030 habrá en el mundo 366 millones de personas con diabetes.
Cómo prevenirla
¿Sabe cuál es su nivel de azúcar
en sangre en ayunas? Si no es así, debería saberlo, en especial si tiene
sobrepeso o presión alta, o si hay antecedentes de diabetes en su familia. Ello
es porque la diabetes, una enfermedad que está alcanzando proporciones de
epidemia en países de todo el mundo, está señalada por niveles elevados de
azúcar en sangre. ¿Y sabe qué otra cosa está aumentando? El número de personas
que tienen síntomas silenciosos que predicen que un día tendrán diabetes. Actualmente,
los investigadores saben que con la diabetes aumenta seriamente el riesgo de
una cantidad de problemas de salud; entre ellos: enfermedad cardíaca,
insuficiencia renal, ceguera, infertilidad, incluso cáncer. Aun cuando la
diabetes no sea su preocupación, sí debería ocuparse de mantener el azúcar
estable. El motivo: los niveles de azúcar en sangre con picos excesivos de
subidas y bajadas pueden ser el disparador de problemas del estado de ánimo y
falta de energía. La ayuda está al alcance de su mano, si mantiene su despensa
provista de las herramientas que le ayudarán a ganar la batalla del azúcar.
1. Tómese un café (con el almuerzo)
Los estudios recientes vinculan el consumo de café con un menor
riesgo de manifestar diabetes. En uno de esos estudios, los investigadores
hicieron un seguimiento de la dieta de casi 70.000 mujeres francesas, no
diabéticas, durante unos 11 años. En ese tiempo, 1.415 de ellas desarrollaron
diabetes. Resulta ser que las mujeres que tomaban un café al mediodía tenían un
riesgo significativamente menor de desarrollar diabetes (sin importar que
consumieran café común o descafeinado). Estos estudios se fundan en algo que
los investigadores ya sabían a raíz de por lo menos nueve estudios previos que
abarcaron a casi 200.000 personas en los Estados Unidos, Europa y Japón: los
consumidores de café tienen un riesgo sustancialmente menor de desarrollar
diabetes tipo 2.
Investigadores del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos estudiaron los efectos de la canela en voluntarios con diabetes tipo 2. Los que recibieron 1, 3 o 6 gramos de canela (aproximadamente ½, 1 o 2 cucharaditas) o un placebo, durante 40 días, vieron que su nivel de glucosa bajó entre un 18 y un 29%, dependiendo de la cantidad que ingirieron.
Más recientemente, 109 personas con diabetes poco controlada recibieron la atención normal, o tomaron ½ cucharadita de canela al día durante 90 días (además del tratamiento normal). Entre los que tomaron canela, bajó sustancialmente el marcador crítico de azúcar en sangre, HbA1C. Cuando los diabéticos consiguen bajar el valor de HbA1C hasta el punto que se hizo en este estudio, disminuyen su riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas en un 16%, de retinopatía diabética (una enfermedad ocular que puede provocar ceguera) en un 20%, y de enfermedad renal tanto como un 33%.
Los especialistas sugieren que tan solo ½ cucharadita de canela
por día puede ayudar a bajar el azúcar en sangre y a disminuir el riesgo de las
peligrosas complicaciones de la diabetes. Éste podría ser el más fácil de todos
los remedios del mundo: simplemente, espolvoree esta deliciosa especia sobre
cereales preparados fríos o calientes, yogur, café o té, una vez al día.
3. Conozca el fenogreco
Para aprovechar los beneficios del fenogreco sobre el nivel de
azúcar en sangre, planifique usarlo diariamente. Las semillas se pueden
triturar en un molinillo de café limpio y mezclarlas con agua caliente para
hacer un té; también se puede mezclar el polvo en masas de pan, muffins y
comidas que se cocinan. El objetivo debería ser 4 cucharaditas de fenogreco en
polvo por día. No lo use durante el embarazo, porque puede estimular las
contracciones uterinas.
4. Tenga una reserva de fideos soba
Esta sabrosa pasta japonesa se prepara con harina de trigo
sarraceno, que en realidad no es un cereal, sino la semilla de un fruto. En un
estudio hecho en Canadá sobre ratas con diabetes tipo 1, el consumo de
cantidades regulares de trigo sarraceno hizo bajar su nivel de glucosa en
sangre entre 12 y 19%. Los autores del estudio llegaron a la conclusión de que
el trigo sarraceno es “una manera segura, fácil y económica de bajar los
niveles de glucosa y reducir las complicaciones de la diabetes, incluyendo los
problemas cardíacos, nerviosos y renales”. En otro estudio de Iowa, los
investigadores hicieron un seguimiento de casi 36.000 mujeres durante seis
años, y descubrieron que las mujeres que comían tres porciones de cereales
integrales por día, incluyendo el trigo sarraceno, tenían un riesgo de diabetes
21% menor que las mujeres que consumían solo una porción por semana. El trigo
sarraceno es también una buena fuente de fibra y de minerales importantes. Use
la harina de trigo sarraceno en panqueques, muffins y panes.
5. Prefiera el pan rico en fibras
Busque panes integrales que contengan al menos 3 gramos de fibra y
3 gramos de proteínas por rebanada (si fuese más, es mejor). El pan de grano
entero (pan integral) con alto contenido de fibra hace más lenta la absorción
de la glucosa y disminuye los picos de insulina. Según la revista especializada
Diabetes Care, comer granos integrales con regularidad reduce el riesgo
de desarrollar diabetes tipo 2.
6. Disfrute de una copa de vino
con la cena
Un estudio halló que las mujeres que bebían una copa de vino diariamente
reducían su riesgo de diabetes a la mitad, comparadas con las abstemias. ¿No es
muy amante del vino? El estudio presentó los mismos resultados para la cerveza.
Pero es mejor descorchar la botella cuando la cena ya terminó. Un estudio
realizado en Australia descubrió que beber una copa de vino inmediatamente
después de comer puede resultar en un descenso súbito del nivel de insulina en
sangre, lo que significa que la glucosa proveniente de la comida permanece en
el organismo más tiempo.
7. Prepare unas hamburguesas de nueces
Le sorprendería saber qué delicioso (y qué fácil) es emplear
nueces en recetas de hamburguesas, albóndigas y otras tentaciones sabrosas. Y
cuando están tostadas, aportan un apetitoso toque crujiente a las ensaladas.
Las últimas investigaciones confirman que comer nueces es una estrategia
excelente para las personas con diabetes tipo 2. En un nuevo estudio llevado a
cabo en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, los investigadores
sometieron a 24 personas con diabetes tipo 2 a una dieta que incluía media taza
de nueces por día, o bien a una dieta sin nueces. Al cabo de ocho semanas, los
que comieron nueces habían mejorado significativamente sus marcadores de salud
cardíaca. Por su parte, recientemente investigadores australianos indicaron a
50 personas con sobrepeso y diabetes tipo 2 uno de estos planes: un grupo comía
una porción diaria de un cuarto de taza de nueces, y el otro grupo no consumía
nueces. Al cabo de un año, los consumidores de nueces mostraban reducciones
significativas en su nivel de insulina en ayunas.
Dado que media taza de nueces contiene 327 calorías, debería reducir
esa cantidad suprimiendo otros alimentos de su dieta. Encontrará recetas de
platos principales con nueces, simples y sabrosos, en internet. Y algo que
viene al caso: las nueces son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3,
está probado que disminuyen el colesterol, y también pueden contribuir a la
prevención y control de la presión alta.