Además de su conocida capacidad en la cocina, la cúrcuma
sorprende por sus efectos en la salud.
Fuente: Salud a Diario
Del rizoma de la cúrcuma, una planta que no solo nosaporta color y sabor en la cocina, sino que se usa con fines terapéuticos
desde hace mucho tiempo, sobre todo en la medicina de la India. Haga su propio
cultivo La cúrcuma es una planta herbácea perenne originaria del sureste
tropical de Asia. Forma un espeso follaje aromático que mide cerca de 1 m, y se
propaga por sus rizomas marrones con pulpa color amarillo vivo. Las flores
tubulares brotan en espigas densas y pueden ser de varios colores: del blanco
al anaranjado. Las hojas son simples, y su porción laminar se extiende hasta la
base de los tallos.
Variedades de cúrcuma
Hay formas ornamentales de la Curcuma longa, como la “Bright
white”, la “Jamaican red” y la “Vietnamese orange”.
Ubicación de la cúrcuma
Para prosperar, la cúrcuma requiere un suelo rico y
húmedo, y clima templado. Las plantas se secan bajo tierra cada invierno y
superan algunas heladas.
Cosecha y almacenamiento de la cúrcuma
Hierva los rizomas durante varias horas antes de secarlos y
pulverizarlos.
La cúrcuma, remedio natural
Curcuma longa. Se usa el rizoma. La cúrcuma tiene una
larga historia en la medicina tradicional ayurvédica y china, las cuales la
consideran un magnífico tonificador y depurador de la sangre, así como un
remedio efectivo contra la artritis, problemas de la piel (como la psoriasis),
desórdenes digestivos y hepáticos. Hay extensos estudios científicos y pruebas
clínicas que proporcionan evidencia de sus efectos terapéuticos. La cúrcuma
tiene un compuesto llamado curcumina, responsable de su color amarillo vivo, y
se ha demostrado que este elemento está relacionado con muchos de sus efectos
medicinales. Se han identificado importantes propiedades antioxidantes y
antiinflamatorias, así como un efecto protector del hígado y la capacidad de
aumentar la secreción de bilis. También se ha probado que la cúrcuma reduce los niveles de colesterol malo en la sangre y el endurecimiento o bloqueo de
las arterias. A su vez, investigaciones recientes han permitido descubrir
una variedad de posibles efectos contra el cáncer. Otras pruebas clínicas han
demostrado la eficacia de la cúrcuma para reducir los síntomas de la artritis
reumatoide y la inflamación postoperatoria. También se ha visto que es
efectiva para tratar la indigestión, las úlceras estomacales y algunos casos de
inflamación intestinal, como los de la enfermedad de Crohn y la colitis
ulcerosa. Además, estudios en poblaciones extensas han mostrado que el
consumo de grandes cantidades de cúrcuma ayuda a prevenir ciertos tipos de
tumores.