Está en sus
manos decidir si permite que el cerebro se atrofie con el paso del tiempo o si
va a tener una mente siempre joven.
1. Sorprenda a su cerebro
Para desafiar a su cerebro, no tiene que memorizar la tabla
periódica de elementos o calcular pi en miles de dígitos. Todo lo que debe
hacer, en realidad, es algo diferente de lo que ha estado haciendo. La mejor
manera de comenzar es pensar en las cosas que siempre ha querido intentar y
¡tirarse de cabeza! Aquí van algunos consejos para que ponga su cerebro en marcha.
2. Realice un cambio de 180º
Cuando nos gusta algo, tendemos a hacerlo muchas veces. Los lectores leen; los que confeccionan acolchados los confeccionan; los programadores programan. De ahora en adelante, el viejo verso de Monty Python es su mantra personal: “¡Y ahora, algo completamente diferente!”. En su tiempo libre, haga cualquier cosa que considere completamente opuesta a lo que tendería a hacer. Si es carpintero, únase a un grupo de lectura. Si es editor de libros, tome una clase de kayak. Si es un experto en tecnología de la información,pinte con acuarelas.
3. Cambie de ambiente
Si está ocho horas al día frente a una computadora, inhabilite todas las pantallas (computadoras, televisores) un día del fin de semana y vaya a algún espacio verde. Si atiende las necesidades de otros —como enfermera, voluntario, maestro—, prémiese con un masaje o una sesión de podología, o vea dos películas seguidas. Si suele pasar noches tranquilas en su casa, vaya a un bar. Cada vez que experimenta sensaciones nuevas y diferentes, su cerebro recibe un impacto que lo saca de su estupor y sufre un cambio que construye nuevas conexiones, asociaciones y recuerdos; el mismo proceso que ocurre en el aprendizaje. Su cerebro prosperará con el cambio de ritmo, y reducirá el estrés (otro desgaste mental) y estará fresco y listo para continuar el lunes.
1. Elija una actividad que tenga que practicar
La mayoría de nosotros alcanza un punto de aptitud en
trabajos y pasatiempos, y luego nos dormimos en los laureles. Pero para el
cerebro, ser un novato es mejor que ser un experto. El mejor estímulo cognitivo
se obtiene cuando uno aprende una nueva habilidad: comience con lo básico,
luego practique hasta dominarla. Ese entusiasmo e, incluso las pequeñas
victorias a lo largo del camino, crean una cadena de sustancias químicas de
placer que refuerza el aprendizaje y lo motivan a continuar. Si está
aprendiendo a pescar, practique en la pequeña piscina de su jardín hasta que se
sienta seguro y luego hágalo a orillas del río. O aprenda bridge y luego
juéguelo en Internet hasta que se sienta listo para unirse a una partida. Un
aprendizaje progresivo como éste lleva a que determinadas neuronas se
especialicen en las exigencias de su nueva tarea. Así como fortalecer los
músculos abdominales lo ayuda a mejorar la postura, a medida que estas regiones
individuales del cerebro se fortalecen, refuerzan al cerebro como un todo.
2. Aprenda a tocar el piano… con una profesora Suzuki
Tocar un instrumento fortalece físicamente el cerebro. En un
trabajo realizado en Canadá, se descubrió que los niños que tomaban clases de
música experimentaban un estímulo de siete puntos en sus coeficientes
intelectuales. Otro estudio demostró que la batería ayudaba a los adultos a
reducir los niveles de cortisol (los niveles elevados son tóxicos para las
neuronas). Además, otros estudios han mostrado que dominar un instrumento lleva
a una mayor facilidad con los números y mejora el sentido de las relaciones
espaciales. A niveles más elevados, el entrenamiento musical puede contribuir a
mejorar nuestra capacidad para manipular la información en las memorias de corto y largo plazo, beneficios que pueden ayudarnos en varias áreas de la
vida. ¿No está seguro de cómo empezar? El método de entrenamiento musical
Suzuki fue creado por maestros de preescolar, pero es excelente para cualquier
principiante. Este enfoque progresivo divide las capacidades fundamentales para
tocar varios instrumentos (piano, violín o guitarra) en bloques pequeños y
alcanzables. Ayuda a desarrollar el “oído” para la música, parte porque
escuchar música se considera parte de la práctica. Con el énfasis puesto en la
forma correcta, la repetición y el entrenamiento de la habilidad motriz, Suzuki
ayuda a aprender los pequeños pasos de una manera entretenida. Llame a una
escuela local de música para ver si tienen instructores entrenados en el método
Suzuki o busque en Internet maestros particulares en su zona. La mayoría de los
profesores Suzuki tienen gran paciencia y buen humor que han desarrollado al
trabajar con ¡niños de preescolar!
3. Comience o continúe una profesión
Cada vez menos gente planifica dejar de trabajar por
completo cuando se retire. Seguir con el trabajo, incluso si es por cuenta
propia o a tiempo parcial, es una excelente manera de tener dinero y proteger
su cerebro. Incluso puede prevenir la depresión por desgaste mental que a
menudo resulta de disponer de mucho tiempo libre.
1. Manténgase activo
Los expertos sostienen que no debe conservar su profesión
para ser productivo; también podría ayudar en el banco de alimentos, tejer
sombreros para bebés internados, enseñarles a sus nietos a leer u ocuparse del
parque de la comunidad. Aunque hay encuestas que han concluido que el trabajo
pago desciende de manera drástica después de los 55 años, el trabajo voluntario alcanza su punto más alto. Y la ayuda informal a los amigos y familiares se
incrementa a partir de ese momento (entre los 55 y los 64) y puede continuar
hasta los 74 o más tarde. Cuando las personas mayores se mantienen activas, no
son consideradas viejas por sus familiares y amigos ni por ellos mismos; y
según parece sus cerebros coinciden en esto. En un estudio sobre más de 1000
chinos adultos de 55 años o mayores, se descubrió que actividades productivas
como pintar, cuidar el jardín, preparar comidas e, incluso, hacer compras,
bajaban el riesgo de demencia, en apariencia porque exigían una planificación y
un pensamiento complejos.
2. Vuelva a estudiar
En estos días, es duro encontrar trabajo, en especial para
las personas mayores. Pero con unos pocos años de entrenamiento, podría
convertirse en enfermero, técnico en el cuidado de la salud o gerente de
asistencia sanitaria: tres carreras de gran demanda.
3. Sea voluntario
De alguna ONG o de un comedor comunitario. Estará rodeado de
un grupo nuevo de personas, manejará un conjunto excepcional de desafíos y, tal
vez, desarrolle habilidades nuevas en el camino. Además, lo vigorizará el
pensamiento de que está haciendo el bien.