Con usos para la
cocina, la limpieza y medicinales, este ingrediente es difícil de abandonar una
vez que se conoce.
El
bicarbonato es el multitarea con más funciones de su alacena. Es un ingrediente
esencial para hornear (hace levar las tortas, galletitas y otras masas). Es un
limpiador hogareño efectivo y ecológico, y un desodorizante capaz de eliminar
olores de bandejas sanitarias para gatos, tachos de basura, interiores de heladeras
y otros lugares con mal olor ¡incluso de pies y axilas! Y además, el
bicarbonato es un remedio suave y de rápida acción para un sinfín de afecciones
molestas, desde dermatitis del pañal hasta quemaduras de sol.
El
bicarbonato de sodio es una sal ligeramente alcalina que reacciona con
facilidad con los ácidos, liberando dióxido de carbono y generando
efervescencia. La mayor parte se deriva de la soda solvay o carbonato sódico,
que se presenta en la naturaleza en forma de un mineral llamado trona. La trona
se explota en varios yacimientos de África y América del Norte; el más grande
conocido es el de la cuenca del Río Verde, en Wyoming, Estados Unidos.
¿Qué
dicen los científicos?
El viejo y conocido bicarbonato ha captado la atención de los
científicos que investigan las enfermedades renales. Este elemento poco costoso
podría hacer más lento el deterioro de la función renal en personas con
enfermedad renal crónica avanzada. Cuando ciertos pacientes tomaron una pequeña
dosis diaria de bicarbonato de sodio como suplemento de su tratamiento
habitual, la disminución de la función renal fue unos dos tercios más lenta que
en los pacientes que no tomaron bicarbonato. La enfermedad renal avanzó con
rapidez en solo el 9% de las personas que tomaron el bicarbonato, en
comparación con el 45% que no lo hicieron. Asimismo, los que recibieron
bicarbonato tuvieron menos probabilidades de desarrollar enfermedad renal en
estado terminal, una condición que pone en peligro la vida y que requiere
diálisis. Sin embargo, estos resultados deben tomarse con pinzas: el
tratamiento no fue comparado con un placebo, y los investigadores sabían qué
pacientes recibían el bicarbonato y quiénes no.
Usos medicinales
La
capacidad del bicarbonato de sodio de eliminar la picazón y ardor en la piel
proviene de su naturaleza alcalina. Las sustancias químicas con valores de pH 6
o menor son ácidas; aquellas con un pH de 8 o mayor, son alcalinas. (El agua,
cuyo pH es 7, es neutra.) Con su pH 9, el bicarbonato de sodio es lo bastante
alcalino para contrarrestar ácidos fuertes. Alivia la acidez neutralizando el
jugo gástrico (ácido clorhídrico) que causa el clásico ardor.
El mismo mecanismo entra en acción para aliviar el prurito y ardor
de las picaduras o el roce de plantas venenosas. Lo mismo ocurre con la dermatitis
del pañal: el bicarbonato disminuye la picazón y ayuda a que la piel sane más
rápido.
Una
cajita, muchas curaciones
Puesto que
el bicarbonato de sodio reduce la acidez del medio interno de la vejiga, que es
propicio para las bacterias, puede ser un remedio casero útil para aliviar las
molestias de la infección de vejiga o cistitis. Para el dolor de garganta, las
gárgaras con bicarbonato hacen disminuir los ácidos que causan el dolor.
Mezclado con un poquito de agua para el lavado de dientes, los blanquea y combate
los ácidos que corroen el esmalte dental; y tiene la ventaja de ser menos
abrasivo que la mayoría de los dentífricos. La pasta de bicarbonato también
ayuda a combatir el acné: si se frotan los puntos negros suavemente con la
pasta durante dos o tres minutos, se aflojarán. Una fina capa de bicarbonato en
axilas y pies sirve como desodorante económico.
Es bueno saber…
El bicarbonato de sodio cumple los requisitos de un aditivo alimenticio seguro y se puede utilizar libremente, con dos precauciones críticas. La primera, cualquier persona que siga una dieta con restricción de sodio debe consultar al médico antes de ingerir el bicarbonato, porque podría aumentar los niveles de sodio. La segunda, dado su contenido de sodio, no consuma bicarbonato regularmente si tiene presión alta o insuficiencia cardíaca.