Con estos trucos de limpieza, tener una heladera prolija,
sin olores y limpia será más fácil que nunca.
Antes de limpiar la heladera
Antes de proceder a su limpieza, desenchufe siempre el
refrigerador. Para lavar el interior, extraiga los alimentos y mantenga
congelados aquellos que necesiten frío (por ejemplo, leche y carne).
Limpieza de la heladera paso a paso
Higienice los estantes y cajones desmontables con
agua tibia y detergente. Refriegue las paredes de la heladera con un limpiador
multiuso o con agua y levadura química. Enjuague y seque cada parte antes de
volver a colocarla en su sitio. Una vez finalizada esta tarea, vuelva a
conectar el aparato, que demorará algunos minutos en recuperar la temperatura
adecuada; espere aproximadamente una hora para volver a guardar los
alimentos.
Cómo limpiar el exterior de la heladera
Remueva las marcas en el exterior con un limpiador multiuso. Para eliminar la acumulación de grasa, necesitará un producto más
fuerte o una preparación de una parte de amoníaco y diez de agua. Deje actuar y
restriegue con un paño o papel absorbente. Una o dos veces al año, lave el
condensador ubicado en la parte inferior o trasera del refrigerador. Retire
la rejilla situada en el piso (o contra la pared) y aspire. Limpie
regularmente las bandejas de drenaje de las heladeras con sistema de
descongelamiento automático. Desconecte el enchufe, destape con un alambre
y enjuague con una jeringa y agua. Lave la bandeja con agua y detergente. Si se
acumulara líquido debajo de la unidad, verifique que el recipiente –y la
manguera en ciertos modelos– estén en buen estado. De ser necesario,
reemplácelos.