Si es comprador compulsivo, aquí le revelamos las claves que
pueden llevarlo a esa adicción.
Fuente: verywellmind.com
Sucede más a menudo de lo que nos gustaría: pasar por la
góndola de las cremas faciales y encontrar una a muy buen precio y comprarla. Y
después, ya que estamos, ese nuevo champú que estaría bien probar, y tal vez un
nuevo lápiz labial. “¿Acaso no me lo merezco?” es una pregunta frecuente ante
ese pantalón que no es estrictamente necesario pero es tan “canchero”… “Estas
compras espontáneas lentamente se acumulan, y de repente su hogar se llena de
objetos adicionales, y su cuenta bancaria adelgaza más de lo esperado”,
advierte un artículo del portal www.Verywellmind.com.
Si bien las compras ocasionales por impulso no deberían
tener un efecto demasiado importante, la adquisición de objetos innecesarios
en forma constante sí puede tener consecuencias negativas. Entonces, ¿qué
lleva a un individuo a comprar de manera compulsiva y cómo controlarlo?
Recursos para comprender la compulsión
En pocas palabras: “La compra compulsiva tiene lugar
cuando alguien adquiere artículos que no tenía planeado comprar, afirma Bob
Castaneda, director de carrera de la Facultad de Administración y Tecnología de
la Universidad de Walden. Estas decisiones pueden consistir en agregar unos caramelos
al llegar a la caja, elegir un libro adicional cuando solo se fue en busca de
uno, o bien adquirir artículos importantes como un televisor y una consola de
juegos solo porque están a buen precio, como explica el artículo publicado en
el portal www.Verywellmind.com.
Según los resultados de una encuesta realizada por
Slickdeals y OnePoll en abril de 2021, en la que participaron 2000 personas, los
estadounidenses efectúan, en promedio, 12 compras compulsivas al mes. El
monto gastado en estas transacciones aumentó a $276 este año respecto de los
$183 registrados en 2020. Casi dos tercios de los participantes (un 62 %)
indicaron sentirse felices después de realizar este tipo de compras.
Alimentos y provisiones, artículos para el hogar y
prendas de vestir conforman las tres categorías principales en las que se
registran compras compulsivas. “Los disparadores de estas conductas
compulsivas pueden presentarse cuando un consumidor cree que existe una
restricción de tiempo o disponibilidad limitada del producto, cuando
experimenta una necesidad apremiante de sentirse bien consigo mismo o, en
términos de sentido de identidad, de cómo lo perciben otros”, afirma Castaneda.
“Factores como el precio y las necesidades humanas
inmediatas, como el hambre o la gratificación emocional, también pueden
conducir a gastar de manera compulsiva”. Ciertos trastornos de salud mental
también pueden volver a una persona más susceptible a desarrollar estas
conductas. Rhonda Mattox, médica matriculada, especialista en psiquiatría integrativa
y asesora en materia de salud mental, ha visto pacientes con trastorno bipolar
acumular miles de dólares en deudas durante episodios maníacos y pacientes con
depresión buscar endorfinas a través del acto de comprar.