Si está cansado de que a sus telas se les formen bolitas, es
hora de empezar a fijarse qué compra.
Fuente: www.rd.com
¿Qué telas suelen experimentar frisado? Tanto el tipo de
género de la prenda como su proceso de fabricación inciden en la probabilidad de
que sufra frisado. Las fibras más cortas que pueden desprenderse de las
prendas son más proclives a generar frisado. Eso es lo que sucede con los
tejidos de lana, mezclas de poliéster, algodón y cachemir. Es menos probable
que desarrollen frisado las fibras más largas, como la seda y el lino.
Los hilos blandos con menos torsión elaborados con fibras
relativamente cortas que se tejen en forma holgada para fabricar telas son
mucho más propensos a experimentar frisado que aquellos más rígidos y
tensados que se hilan en forma más ajustada para obtener telas pesadas.
En las telas hiladas, siempre que los hilos se entrelacen en
forma más ajustada y con mayor torsión, la probabilidad de frisado es menor,
especialmente, si se eliminaron las fibras sueltas durante la producción de la
tela.
Aquí otro dato: algunos fabricantes de telas incluyen un
paso adicional durante la producción, que consiste en quemar los bordes de las
telas antes de teñirlas o estamparlas para eliminar cualquier fibra que pudiera
sobresalir.
¿El frisado es señal de mala calidad?
El frisado no se considera un atributo deseable en un
producto textil y puede ser indicador de mala calidad. Debido a que las
técnicas de elaboración de prendas que usan fibras más largas e hilos más ajustados
pueden incrementar el costo de un artículo, es razonable esperar que en la fabricación
de las prendas más costosas se hayan empleado técnicas de mayor calidad y, por
lo tanto, no deberían experimentar frisado.