Descubra
estas técnicas para desarrollar la creatividad y aprenda a salirse del marco
para encontrar nuevas soluciones.
En el mundo empresarial, la creatividad se define como la
capacidad de concebir un producto, un servicio o una idea que sean, a la vez,
nuevos y pertinentes. Esa competencia no está reservada únicamente al ámbito
profesional: la ejercemos cada vez que intentamos una solución para adaptarnos
a una situación nueva o que salimos del marco esperado para pensar y obrar
según modelos inéditos.
Las técnicas de creatividad
Estas técnicas ayudan a liberarse de los reflejos y de los
modos de razonamiento habituales, nos alientan a no seguir nuestros tropismos
naturales y a ver más allá de nuestras intuiciones. Se apoyan también en la
colaboración entre personalidades y talentos variados, lo que permite
enriquecerlos puntos de vista y aportar múltiples luces a un mismo problema.
¿Cuáles son estas técnicas?
El brainstorming o lluvia de ideas
Es el más conocido de estos métodos, pero con frecuencia es
considerado poco eficaz. Consiste en dar libre curso a la producción de ideas,
incluso a las más incongruentes, evitando cualquier censura para no inhibirla
imaginación de los participantes.
La analogía
Consiste en buscar las semejanzas que existen entre
diferentes ámbitos con el fin de trasponer modos de razonamiento o soluciones
de un universo a otro. La biónica, por ejemplo, establece analogías entre el
mundo de los seres vivos y el de las realizaciones técnicas: entre las aves y
los aviones, o entre la bardana, cuyas flores se adhieren a las ropas, y el
Velcro®.
El scamper (o aplastamiento)
Se trata de reanalizar un objeto o un servicio para hacer
surgir ideas nuevas valiéndose de preguntas, en las cuales el objeto es, por
ejemplo, reconsiderado desde ángulos insólitos. Uno puede así preguntarse qué
parecería si fuera aumentado o disminuido, si fuera combinado con otro objeto o
si tuviera también otra función, si su utilización fuera modificada o adaptada.
De este modo, una serie televisada, una película o un juego de video de los que
se extraen los elementos esenciales para crear una obra derivada son «objetos»
aumentados o modificados.
El método de los seis sombreros
Edward de Bono, psicólogo y especialista en pensamiento
creativo, es el padre de este enfoque que consiste en explorar una cuestión
según seis aspectos diferentes. Los protagonistas encargados de resolver un problema van a ponerse por turnos uno de los seis sombreros: el sombrero blanco
va a describir los hechos y datos de manera neutra; el sombrero rojo va a dar
el punto de vista emocional; el sombrero negro va a subrayar los riesgos y
flaquezas de una idea; el sombrero amarillo va a poner por delante sus ventajas
y aspectos positivos; el sombrero verde dará el punto de vista creativo; y el
sombrero azul dirigirá el debate, siendo su papel tomar distancia y tratar de
brindar una visión global.