Estos tres pasos infaltables en una rutina para el cuidado
de la piel darán resultados notables.
Decidir entre productos naturales y sintéticos se reduce a
dos preguntas: si su piel ya adsorbe sustancias, ¿para exponerla a químicos
innecesarios? ¿y por qué gastar en envases e ingrediente costosos cuando usted
puede elaborar algo igual de efectivo?
Nutrición de la piel
- Para una mascarilla nutritiva, aplaste 1 palta y
agregue 1 o 2 cditas. de miel y avena fina suficiente para hacer una pasta
maleable. Aplíquela dando masaje en la cara y el cuello; evite el área de los
ojos y labios, déjela actuar 10 minutos y enjuague con agua tibia.
- Para hacer un astringente suave y un tonificante
refrescante, vierta 200 ml de agua hirviendo sobre 2 o 3 cditas. de té verde.
Deje reposar de 5 a 10 minutos y cuele. Guarde el té en una botella de plástico
con rociador en la heladera.
- Unte de 1 a 2 cditas. de mayonesa sobre la piel limpia y
seca. Evitando el área de los ojos y labios, y recuéstese 10 minutos. Enjuague
con agua tibia y seque con palmaditas. Los aceites vegetales y la proteína
del huevo son, en especial, ideales para las pieles maduras.
Limpieza profunda de la piel
Los vapores faciales mejoran la circulación, abren los poros
para una limpieza profunda y ablandan las células muertas, facilitando así su eliminación.
- Vierta en un recipiente 3 tazas de agua hirviendo. Agregue
4 gotas de un aceite esencial: ylang-ylang para piel seca, caléndula para la
piel normal y yerbabuena para piel grasa.
- Inclínese sobre el recipiente y cubra su cabeza con una
toalla, con la cara unos 25 cm de agua caliente. Después de 5 minutos,
retire la toalla y salpique la cara con agua fría.