Grandes olvidados, los pies soportan todo nuestro peso y nos
trasladan, por lo que debemos darles el cuidado que merecen.
Los pies son, sin duda, la parte del cuerpo que más
sufre, y que muchas veces olvidamos en nuestros cuidados estéticos. Están
sometidos a unos 6.000 movimientos diarios (o 10.000, según la nueva demanda) y
deben soportar el peso corporal. Además, aguantar el roce continuo con el
calzado y la falta de ventilación. Sumado a esto, en el caso de los pies
femeninos, estos envejecen antes como consecuencia del uso de tacos demasiado
altos o de zapatos que no están diseñados para el ancho de la punta ni el
angosto del talón.
Sin un cuidado específico, la piel de los pies se vuelve
áspera y rugosa, llegando incluso a formarse callosidades en los dedos, fi
suras y grietas en el talón y en la planta. Existen algunas patologías
podales, pero las más recurrente es la dermatomicosis; una infección se
produce en los interdigitales del pie hay maceración, descamación, aparición de
fi suras o grietas, prurito, dolor y mal olor. Si usted tiene estos síntomas,
no dude en visitar a una podóloga (o), porque es necesaria la educación y
prevención que el podólogo (a) le dará. Por ejemplo: usar calcetines de fibras
naturales, lana, hilo o algodón, porque absorben mejor el sudor y permiten una
mejor ventilación. Y si hay exceso de sudoración, cambiarse dos veces al día de
calcetines, alternar el calzado; no usar el mismo calzado todos los días. Es
importante mantener el pie sin humedad.
Afecciones en las uñas de los pies
También existen las llamadas onicopatologías podales, que
son afecciones que aparecen en las uñas. La más recurrente es la
onicomicosis; la cual se refiera a la presencia de hongos en las láminas
ungueales (uñas). Para tratar esta onicopatología, el podólogo hace una
evaluación y le dará las indicaciones necesarias para tratarlas, o bien lo
derivará a un especialista (dermatólogo) para que la pueda tratar con
antimicótico oral, que solo ellos pueden recetar. Si en verano tiene algún
evento importante o simplemente va a la playa y tiene onicomicosis en sus
láminas ungueales, el podólogo puede hacer una reconstrucción temporal de sus
uñas y así usar un calzado abierto sin verguenza. Recuerde que visitar al
podólogo es una gran oportunidad para caminar feliz en el día a día,
especialmente en tiempos que comienzan las altas temperaturas.