No crea todo lo que le dicen sobre las alergias, ya que hay
mucho mito al respecto.
Fuente: Everydayhealth.com
1. LA ALERGIA ES UN
PROBLEMA DE LA NIÑEZ
No es cierto, según afirma Neeta Ogden, especialista enalergia, asma e inmunología. “Definitivamente es posible desarrollar
alergias en la vida adulta”, sostiene la experta. Diferentes
investigaciones mostraron que cerca de la mitad de los adultos con alergias
alimentarias desarrollan este problema durante la adultez. La mayoría de las
personas que experimenta alergias surgidas en la adultez generalmente las
desarrolla entre los veinte y los treinta años, aunque esto puede suceder a
cualquier edad, comenta Edward Davis, alergista del Centro Médico Ochsner en
Nueva Orleans. “Hasta he visto personas de 85 años entrar a mi consultorio con
rinitis alérgica o fiebre del heno”, recuerda el profesional. “No es lo más
común, pero lo he visto”.
2. LAS ALERGIAS NO PUEDEN CURARSE
“Muchas personas efectivamente superan sus alergias con
el tiempo”, afirma Princess Ogbogu, especialista en alergias e inmunología
del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus. Según
datos de la Clínica Mayo, entre el 60 y el 80 por ciento de los niños pequeños
superan sus alergias a la leche o al huevo alrededor de los 16 años, por
ejemplo. Las investigaciones señalan que la sensibilización alérgica, o la
reacción del organismo a los alérgenos, es más elevada en personas jóvenes. En
un estudio publicado en la revista especializada en alergias e inmunología
Journal of Allergy and Clinical Immunology, se señaló que el envejecimiento se
asociaba con niveles más bajos de sensibilización, específicamente a ácaros y
gatos.
3. LAS ALERGIAS A LOS ALIMENTOS Y AL POLEN NO SE SUPERPONEN
Quienes padecen fiebre del heno pueden sufrir síndrome de alergia al polen y a los alimentos, según afirma el artículo de
www.Everydayhealth.com. Conocido también como “síndrome de alergia oral”, este
problema se manifiesta cuando el sistema inmunitario del organismo reacciona a alérgenos
presentes en el polen y en ciertas frutas y verduras crudas o frutos secos de
árbol. Los siguientes son algunos tipos de polen asociados con ciertos
alimentos: Aliso: manzana, cereza, durazno, pera, apio, almendra y avellana.
Abedul: damasco, cereza, pelón, tomate, zanahoria y nuez. Pasto: melón,
naranja, sandía, papa y maní. Ambrosía: banana, melón común, melón rocío de
miel, pepino, calabaza y zucchini. Estas frutas y verduras probablemente no
disparen una reacción alérgica cuando se consumen cocidas, pero la mejor manera
de tratar este síndrome es, en primer lugar, evitar estos alimentos.