Esta inflamación en la conjuntiva debe tratarse, como
cualquier afección de los ojos.
Fuente: Thehealthy.com
Síntoma uno: ojos enrojecidos o rosados
Este es el síntoma más común de la conjuntivitis. La
causa suele ser una infección bacteriana o viral, que se propaga en forma similar
al resfrío común. Pero también existen otros tipos de conjuntivitis, que no
son contagiosas y que pueden ser resultado de alergias (conjuntivitis
alérgica) o exposición a factores irritantes (conjuntivitis química), o bien estar
asociadas al problema de ojo seco (conjuntivitis secundaria).
“Muchos piensan que la conjuntivitis es estrictamente una
infección, como una infección bacteriana para la que se requiere antibiótico,
pero la mayoría de las veces este problema es causado por algún virus”, comenta
el Dr. Michael Hanak, profesor adjunto de Medicina Familiar del Centro Médico de
la Universidad de Rush en Chicago.
Los antibióticos no sirven para tratar las conjuntivitis
virales u originadas por otras causas. En los casos de conjuntivitis
alérgica, el enrojecimiento de los ojos puede estar acompañado por otros
síntomas comunes de alergia, como estornudos y secreción nasal. Si nota los
ojos enrojecidos o rosados, este puede ser el problema.
Asegúrese de lavarse las manos después de tocarse los ojos,
para no extender la infección (en caso de que tuviera una) y esté atento a la aparición
de otros síntomas. Si las áreas enrojecidas no se extendieran por todo el
ojo, puede tratarse de una hemorragia subconjuntival.
Según la Academia Estadounidense de Oftalmología (AAO), este
fenómeno puede presentarse como una o más manchas rojas en la parte blanca del ojo
como consecuencia de la ruptura de vasos sanguíneos. Si bien pueden dar un
aspecto algo aterrador, estas hemorragias suelen ser inofensivas y típicamente se
resuelven solas, de acuerdo con la AAO.
Síntoma dos: secreción en los ojos
La presencia de secreción en los ojos puede estar
vinculada con conjuntivitis, ya que esta afección causa inflamación o infección
de la membrana mucosa que recubre la superficie del ojo y la superficie
interna del párpado, según la Dra. Kimbra A. Bell, profesora adjunta de
Medicina Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Northwestern
en Chicago.
La conjuntivitis viral se asocia típicamente con
secreciones transparentes o blancas, mientras que la conjuntivitis bacteriana presenta
secreciones amarillentas o de aspecto similar al pus. Cualquier secreción inusual
en el ojo puede terminar siendo síntoma de conjuntivitis. Si se trata de conjuntivitis
viral (el tipo más común de conjuntivitis), las gotas antibióticas no funcionarán.
Puede, en cambio, aplicar compresas frías y tibias sobre
los ojos en forma alternada para reducir la irritación y la inflamación
hasta que la molestia desaparezca por completo.
Síntoma tres: ojos lagañosos
Cuando se trata de conjuntivitis bacteriana, el cuerpo
produce pus y mucosidad para ayudar a combatir las bacterias. Esa misma
mucosidad puede extenderse como una delgada película sobre el ojo y alterar
temporalmente la visión. “Cuando tiene los ojos cerrados por períodos
prolongados, por ejemplo, durante la noche, la mucosidad puede acumularse”, explica
el Dr. Hanak.
“Al quedar expuesta al aire, esa mucosidad se endurece
sobre el borde del párpado y genera una costra a lo largo de las pestañas”.
De hecho, puede levantarse por la mañana con un ojo completamente sellado.
Resista la tentación de tirar de sus pestañas pegoteadas
porque accidentalmente podría arrancárselas y generar así espacio para el
ingreso de bacterias que podrían causar más problemas. Aplique, en cambio, un
paño tibio sobre los párpados para ablandar la costra que se haya formado y luego
limpie suavemente la zona. En casos de conjuntivitis bacteriana, consulte a
su médico para que le indique gotas.