Aunque vinieron a desplazar al cigarrillo por ser menos
nocivos, los vapeadores cada vez resultan más nocivos.
“El uso de cigarrillos electrónicos con ciertos sabores o
vehículos solventes puede alterar la conducción eléctrica del corazón y
provocar arritmias. Estos efectos podrían aumentar el riesgo de fibrilación
auricular o ventricular y paro cardíaco repentino”, dice Alex Carll, profesor
asistente en el Departamento de Fisiología de la UofL, y líder de un equipo que
investiga el tema, utilizó animales para evaluarlo. “Nuestros hallazgos
demuestran que la exposición a corto plazo a los cigarrillos electrónicos
puede desestabilizar el ritmo cardíaco a través de sustancias químicas
específicas dentro de los líquidos electrónicos”, agrega.
El vapeo y los ritmos cardíacos alterados
Los investigadores probaron los impactos cardíacos de los
aerosoles de cigarrillos electrónicos inhalados únicamente a partir de los dos
ingredientes principales de los líquidos electrónicos (propilenglicol sin
nicotina y glicerina vegetal) o de líquidos electrónicos saborizados que
contienen nicotina. Descubrieron que, para todos los aerosoles de
cigarrillos electrónicos, la frecuencia cardíaca de los animales se ralentizó
durante las exposiciones a las bocanadas y se aceleró después a medida que
disminuía la variabilidad de la frecuencia cardíaca, lo que indica respuestas
de estrés de lucha o huida. Además, las bocanadas de cigarrillos
electrónicos de un e-líquido con sabor a mentol o de propilenglicol solo
causaron arritmias ventriculares y otras irregularidades de conducción en el
corazón. “Los hallazgos de este estudio son importantes porque brindan
evidencia nueva de que el uso de cigarrillos electrónicos podría interferir con
los ritmos cardíacos normales, algo que no sabíamos antes”, explica Aruni
Bhatnagar, profesor de la División de Medicina Ambiental de la UofL. “Esto es
muy preocupante dado el rápido crecimiento del uso de cigarrillos electrónicos,
particularmente entre los jóvenes”.
Polémica con los vapeadores
A medida que el uso de cigarrillos electrónicos ha crecido
en todo el país, se han debatido las ventajas y los daños potenciales del
vapeo. Dado que vapear no implica combustión, expone a los usuarios y
transeúntes a poco o nada de monóxido de carbono, alquitrán o nitrosaminas que
causan cáncer en comparación con los cigarrillos convencionales. Sin
embargo, los cigarrillos electrónicos pueden liberar aldehídos, partículas y
nicotina en niveles comparables a los cigarrillos combustibles. Vapear
podría ayudar a los fumadores a dejar los cigarrillos combustibles, pero el
atractivo y la adicción de los cigarrillos electrónicos pueden alentar a los
jóvenes a vapear en medio de riesgos desconocidos a largo plazo o a comenzar a
fumar. Por ello, “los hallazgos de nuestro equipo de que los ingredientes
específicos en los líquidos de los cigarrillos electrónicos promueven las
arritmias indican que existe una necesidad urgente de más investigación sobre
los efectos cardíacos de estos componentes tanto en animales como en humanos”,
concluye Carll.