Cerebro en forma Cerebro en forma

Conozca las cinco formas en las que hacer actividad física es beneficioso para el cerebro.

Fuente: Salud a Diario

1. Disminución del riesgo de demencia

“El estudio Generación 100 ha estado en marcha durante casi diez años. Después de que los participantes del estudio hubieran estado haciendo ejercicio durante cinco años, probamos la función cognitiva de casi 1.000 de ellos”. “Los hombres y mujeres que mantuvieron o aumentaron su condición física durante el estudio tenían una mejor salud cerebral que aquellos cuya condición física había disminuido durante los cinco años”, dice Zotcheva. La prueba cognitiva que realizaron los participantes es la misma que se utiliza a menudo para comprobar si las personas corren el riesgo de desarrollar demencia. La prueba evalúa la memoria a corto plazo, la función de ejecución y la capacidad de orientarse en el tiempo y el espacio. La puntuación por debajo de cierto número indica un riesgo de deterioro cognitivo leve.

2. Mejora en la resolución de problemas

Un buen acondicionamiento físico parece ser un requisito previo importante para una buena función cerebral en los ancianos también en los otros dos artículos de investigación. En ambos estudios, los investigadores evaluaron la salud cerebral de más de 100 de los participantes en el estudio Generación 100 al inicio, y después de uno, tres y cinco años de capacitación. “Los participantes que estaban en buena forma, tanto cuando comenzó el estudio como más tarde en el estudio, tuvieron un tiempo de reacción más rápido. Los que mejoraron su nivel de condición física obtuvieron una memoria de trabajo algo mejor”, dice el profesor de NTNU Asta Håberg. La capacidad para resolver problemas cognitivos se probó utilizando la plataforma Memoro basada en la web, que Håberg desarrolló en colaboración con el neuropsicólogo Tor Ivar Hansen.

3. Menos atrofia cerebral

Håberg ha estado involucrado en el trabajo con los tres artículos de investigación recientes. En el tercer estudio, los investigadores realizaron resonancias magnéticas de los cerebros de los participantes para ver cómo cambiaba el volumen del cerebro y el grosor de la corteza cerebral a lo largo del estudio. Aquí, también, los participantes más enérgicos salieron mejor. “Los participantes que estaban en buena forma cuando comenzó el estudio tenían una corteza cerebral más gruesa después de uno, tres y cinco años, en comparación con aquellos que tenían un consumo máximo de oxígeno más bajo. Pero no encontramos ningún efecto de aumentar la forma física durante el estudio”, dice Haberg. La corteza cerebral es la capa más externa del cerebro y es importante para varias funciones cerebrales importantes, como la atención, la capacidad de tomar decisiones, la memoria de trabajo, el pensamiento abstracto y la memoria. Esta parte del cerebro se vuelve más delgada con la edad, y el adelgazamiento de la corteza cerebral en diferentes áreas está relacionado con diferentes tipos de demencia, como la enfermedad de Alzheimer y la demencia frontotemporal.

4. El fitness es más importante que el tipo de ejercicio

Todas las personas de 70 a 77 años de Trondheim fueron invitadas al estudio Generación 100 en 2012. Aquellos que aceptaron participar fueron asignados al azar a cinco años de ejercicio de varios tipos. Un grupo realizaría principalmente intervalos de alta intensidad, un segundo grupo realizaría principalmente caminatas o algún otro ejercicio de intensidad moderada, y el último grupo intentaría seguir las re comendaciones de actividad de las autoridades sanitarias para realizar actividad física durante al menos 150 minutos cada uno cada semana. Los primeros dos grupos fueron seguidos más de cerca por los investigadores y se les ofrecieron dos sesiones de capacitación organizadas cada semana. Los investigadores de la NTNU miraron más allá de la conexión entre el estado físico y la salud del cerebro y también investigaron si el tipo de seguimiento del entrenamiento que recibieron los participantes marcó la diferencia. “Nuestros resultados muestran que el seguimiento del entrenamiento organizado puede haber brindado a los hombres mayores, pero no a las mujeres mayores, una mejor función cognitiva y una menor probabilidad de deterioro cognitivo leve. Pero, en general, parece que lo más importante es que realmente se entrene de una manera que aumente su estado físico, independientemente de si recibe ayuda organizada para estar físicamente activo o no”, dice Zotcheva.

5. Mantener una buena función cognitiva

“Todavía vale la pena señalar que los participantes de 70 a 77 años en promedio tenían las mismas habilidades cognitivas después de cinco años que al inicio, y que durante el período de estudio incluso mejoraron en algunas de las pruebas. E l efecto del entrenamiento parece ser mayor para las personas que ingresan en buena forma a la edad de jubilación, y el ejercicio que mejora la condición física puede proporcionar beneficios adicionales. Entonces, ¿cómo deben entrenar los ancianos para estar en mejor forma? “Varios caminos pueden conducir a ese objetivo, y el factor más importante es encontrar una actividad que uno disfrute y que pueda continuar en el tiempo, que nos deje sin aliento y sudorosos”, concluye Zotcheva.

 

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