Deje de poner excusas: posponer la actividad física pone en
riesgo su salud. No espere más: hoy es el día para empezar.
En la cantidad de tiempo que pasa mirando las deprimentes
noticias vespertinas todos los días, podría disminuir su riesgo de diabetes
en un 34 por ciento, de derrame cerebral en un 20 por ciento, de una fractura
de cadera en un 41 por ciento y de fallecer en los próximos años en un 50%. Y
al mismo tiempo podría mejorar su respuesta mental, afinar su cintura y
levantar su ánimo. ¿Cómo? Haciendo ejercicio, claro. Nuestro panel
de expertos ubicó la actividad física en uno de los primeros lugares
entre las estrategias para mejorar la salud. Y no podría ser más fácil.
Nos dijeron que solamente se necesita media hora de actividad ligera
(caminar, nadar, trabajar en el jardín) la mayor parte de los días de la semana
para gozar de los beneficios considerables que trae para todo el cuerpo. No
repetiremos todo el sermón porque sabemos que ya lo ha escuchado mil veces. La
pregunta indicada sobre el ejercicio y la salud no es si funciona o no. La
pregunta es, ¿por qué la mayoría de nosotros no lo hace? La respuesta honesta
es que simplemente no tenemos ganas de levantarnos del sofá y salir. Tal vez
nos asusta la idea del ejercicio. Lo más probable es que sea culpa de la
inercia, en parte porque estamos tan acostumbrados a una vida sedentaria
y tan poco habituados a hacer ejercicio. Es posible que sintamos que ni
siquiera tenemos energía para salir a caminar porque, francamente, estar
sentados todo el día nos cansa.
Basta de posponer el ejercicio
Si está posponiendo el ejercicio hasta que tenga ganas de
hacerlo, olvídelo. Esperar a que la ráfaga perfecta de entusiasmo lo levante
del sofá no funciona. En lugar de esto, comprométase a hacer sólo 10 minutos de
ejercicio de acuerdo con determinado programa. Las personas que hacen ejercicio
con regularidad indican que salir –aunque no se sienta motivado– crea la energía
que le da fuerza a sus pies y mejora su ánimo. Propóngase caminar sólo
10 minutos. Una vez que empiece, esos 10 minutos se convertirán fácilmente en
20 y más tarde en 30.
¿Cómo empezar a hacer actividad física?
Caminar o andar en bicicleta es un buen comienzo.
También deberá elegir actividades que fortalezcan sus músculos, como utilizar pesas
de mano o bandas elásticas, hacer abdominales o flexiones, utilizar
las máquinas de pesas del gimnasio o hasta trabajar enérgicamente en el jardín.
Después de los treinta años se comienza a perder músculo. Como resultado, el
cuerpo quema menos calorías cada año y se hace más difícil mantener un peso
saludable. Un poco de entrenamiento con pesas puede revertir esta tendencia
y darle energía para actividades cotidianas como cargar bolsas de compra
pesadas, o actividades divertidas como bailar, practicar un deporte y jugar con
sus nietos. Le recomendamos invertir algo de tiempo y energía en aprender cómo
realizar los ejercicios de entrenamiento con pesas indicados para su edad y
estado físico al contratar algunas sesiones con un entrenador personal o
tomar una clase en su gimnasio local.
¿Qué necesita para hacer actividad física?
Su mejor accesorio para el ejercicio es la buena disposición
para encontrar una rutina que funcione para usted. Cambie su actitud con
estas revelaciones.
Algo siempre es mejor que nada. ¿No tiene tiempo para
caminar 30 minutos o pasar 45 minutos en el gimnasio? Use los 5, 10 o 15
minutos que tenga. Diversos estudios demuestran que tres caminatas de 10
minutos queman calorías de forma tan eficiente como una de 30. Hasta es posible
que sean mejores para mantener su presión arterial más baja y saludable durante
todo el día. Bailar, jugar enérgicamente con los niños, salir a caminar y mirar
vidrieras o practicar un deporte entre amigos pueden mejorar la salud
cardiovascular tanto como los ejercicios formales.
La fuerza de voluntad no es la respuesta. Si usted es
como la mayoría de las personas, la fuerza de voluntad no será suficiente para
hacer que se levante todos los días a las 7 de la mañana para salir a caminar,
o que deje su trabajo para salir a hacer ejercicio. En lugar de esto, programe
“citas” para hacer ejercicio: un encuentro con un amigo para caminar o
trotar, una clase en el gimnasio o incluso una cita con su entrenador personal.
Escríbalo claramente en su agenda.
Debe ser entretenido. No es una sorpresa que mucha
gente crea que no le gusta el ejercicio. ¿Qué tiene de divertido sentarse a pedalear
en una bicicleta fija que no llega nunca a ningún lado? Si le gustan los deportes
competitivos, juegue al fútbol, al tenis o al pádel. ¿Es muy sociable?
Organice caminatas con distintos amigos o tome clases grupales de
bicicleta o ejercicios aeróbicos acuáticos. ¿Le gusta la naturaleza? Elija
lugares agradables para explorar cerca de su casa. ¿Le encanta la jardinería?
Haga que sus vecinos queden verdes de la envidia. El ejercicio no es sólo un
medio para alcanzar un objetivo. Es parte de su vida, así que no debería
parecer una obligación. Hay oportunidades en todas partes. El lugar para
estacionar más lejos del supermercado, las escaleras en lugar del ascensor, el
perro que quiere salir a pasear, el hijo o nieto con ganas de ir a la plaza...
Todas estas son excelentes oportunidades para agregar más movimiento a su
día y quemar más calorías. Hace 50 años quemábamos cerca de 700 calorías
más por día que en la actualidad, no al correr maratones sino al realizar
muchas actividades diarias que hoy eliminamos gracias a la tecnología, desde bajar
las ventanillas del auto hasta lavar los platos. Depende de usted revertir esta
tendencia.