El frío, las fiestas, fin de año… Los motivos para subir de
peso son innumerables. Pero ¿cómo cortar ese ciclo?
¿Será que ganamos kilos según la época del año que
transitamos hoy? En muchas ocasiones hemos escuchado decir que a más frío más comida.
¿Excusa o realidad? Quizás algo de cierto hay en todo esto, ya que
—definitivamente— en invierno, por el tiempo más helado y la falta de sol,
la actividad física disminuye y el estado de ánimo decae, afectando los hábitos
y la conducta alimentaria de un gran número de personas. Pero, ¿qué podemos
decir con respecto a otras temporadas, donde las festividades navideñas, por
ejemplo, que están llenas de celebraciones, dulces y carga calórica que nos
hacen ganar más de unos kilos o salirnos de nuestro esquema de alimentación
saludable? Difícilmente podemos, entonces, resistir invitaciones, despedidas y
comidas fuera de horario; y sin considerar que dicha época está cargada de
estrés por querer cumplir los compromisos, cerrar el año laboral, educacional, y
que —invadidos por la ansiedad— nos lleva a refugiarnos en los antojos.
El culpable del sobrepeso
Entonces, ¿a quien le echamos la culpa? Si pensamos que
siempre va a existir un culpable, se nos hace difícil conseguir ese tan
anhelado equilibrio en nuestro peso, producto de una conducta alimentaria
saludable, que no sea alterada por las circunstancias ni los cambios
climáticos, las emociones u otros factores. Algunos expertos señalan que la
época estival es la ideal para bajar esos kilos de más que se acumularon en el
invierno. Sin embargo, ya lo decíamos, la primavera y el verano traen
consigo otras actividades y, lo más probable, es que encontremos otra justificación
para seguir en nuestro carrusel de idas y venidas, de ganancias y pérdidas de
peso. Más allá de que tengamos, en ciertas épocas del año, algunos alimentos
que favorezcan llevar una dieta détox o más liviana en calorías, y estamos
constantemente adaptando nuestra alimentación, iniciando y deshaciendo dietas
restrictivas, deberíamos considerar otros factores que nos hagan “romper el
ciclo de los kilos” y conseguir liberarnos del dominio de los antojos.