Se atribuyen más benefcios para la salud al ajo que a prácticamente cualquier otro alimento; y con razón.
La lista selecta de razones por las que sería bueno que comieras ajo con frecuencia incluye su acción antibiótica, su capacidad para combatir afecciones respiratorias incipientes, y su potencial para promover la salud del corazón y proteger frente a ciertos tipos de cáncer.
Qué previene el ajo
AFECCIONES GASTROINTESTINALES, COLESTEROL, DOLOR DE OÍDOS, INFECCIÓN URINARIA, INFECCIONES RESPIRATORIAS, MEJORAR LA INMUNIDAD, OTITIS, PIE DE ATLETA, PRESIÓN ALTA, CÁNCER, RESFRÍOS, SINUSITIS, TIÑA, ÚLCERAS, VERRUGAS.
¿Qué ingredientes hacen tan bueno al ajo?
Un bulbo de ajo es virtualmente un laboratorio químico de sustancias altamente volátiles. Debido a que es muy inestable, su efecto benéfico depende de que sea fresco, y de si fue aplastado, picado, masticado o cocido. Entre esas sustancias hay compuestos de azufre, como los tiosulfinatos, responsables del aroma característico del ajo y de muchos de sus efectos. La capacidad del ajo para proteger el corazón fue atribuida a una sustancia química llamada S-alil cisteína. Otro componente activo es la aliína. Cuando el diente de ajo ya fue triturado, aplastado o procesado, la aliína se convierte en alicina, que no resiste el calor de la cocción ni el ácido del estómago. Pero si se muerde el ajo fresco, la alicina (con todos sus beneficios) se absorbe rápidamente en la boca. El ajo tiene acción antibacteriana, antimicrobiana y fungicida, lo cual lo convierte en un remedio casero muy bueno para curar heridas y pie de atleta y para eliminar lombrices.
La palabra de la ciencia sobre el ajo
Estudios publicados en 2008 y 2009 confirmaron que el ajo disminuye el colesterol y la presión sanguínea y te ayuda a prevenir un resfrío común, y que una dieta rica en este aromático ingrediente reduce el riesgo de cáncer de próstata y otros. Investigadores de la Universidad de Connecticut terminaron con la confusión acerca de cuál es la mejor manera para que emplees el ajo. El ajo recién triturado, en lugar de ya procesado o cocido, es mejor para la protección contra infartos.
Datos importantes sobre el ajo
Comer cinco o más dientes de ajo al día puede dar como resultado acidez, flatulencia y molestias intestinales. Como el ajo ayuda a licuar la sangre, los pacientes que toman aspirina o medicamentos anticoagulantes, o las personas con problemas de coagulación, deberían consultar a su médico antes de consumir ajo en dosis medicinales. En casos raros, el ajo puede causar una reacción alérgica. Puesto que el secado altera los ingredientes activos del ajo fresco, no lo reemplaces por ajo disecado en polvo cuando lo uses con fines medicinales.
El ajo: el bulbo que protege al corazón
Cuando lo comés a diario, el ajo te puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedad cardíaca en una proporción tan alta como el 76 por ciento. Esta hazaña milagrosa se lleva a cabo reduciendo moderadamente los niveles de colesterol (entre un cinco y un diez por ciento en algunos estudios), haciendo la sangre más líquida y por lo tanto alejando la posibilidad de coágulos peligrosos, y al actuar como antioxidante. También parece que los compuestos de azufre que contiene el ajo pueden mantener a raya el cáncer, especialmente el de estómago y el colorrectal. Esos compuestos eliminan los carcinógenos antes de que puedan dañar el ADN celular, y las células cancerosas que llegaron a desarrollarse son obligadas a autodestruirse. CONSEJITO: Los bulbos de ajo deben ser regordetes, con dientes lisos y firmes. Almacenalos hasta dos meses en un recipiente abierto, en una despensa fresca y bien ventilada; no los refrigeres. Los dientes que presentan brotes son aptos para usar, aunque tendrán un sabor menos pronunciado. El brote se puede picar y cocinar junto con el ajo.