Al atravesar procesos de aprendizaje intensivo, el cerebro
cambia su forma y genera nuevas conexiones neuronales.
Las células del cerebro continúan forjando nuevas
conexiones entre sí a lo largo de la vida. Esto significa que nunca perderá la
capacidad de aprender y de formar nuevos recuerdos. Es más, algunas partes
del cerebro, en particular el hipocampo, pueden formar nuevas células. Y además
este nuevo crecimiento y conexión es algo que está bajo nuestro control, como ha
sido demostrado mediante un famoso estudio realizado a taxistas de Londres.
El estudio original, para el cual se utilizó resonancia magnética nuclear con
el fin de observar el cerebro de los taxistas, descubrió que ellos tienen un
área agrandada en el hipocampo usada para navegar en el espacio tridimensional.
Lo que ahora está cada vez más claro,
gracias a la aún más reciente investigación del University College London, es
que el cerebro cambia a medida que atraviesa el proceso de aprendizaje
intensivo. Esto demuestra que la estimulación del cerebro al hacer tareas
complejas puede ayudarlo a crecer, incluso en la edad avanzada.
Cómo hacer que el cerebro funcione
El efecto de crecimiento no implica solamente el ensayo de
lo que ya sabemos, como un taxi que se desplaza por las mismas calles. La
investigación muestra que lo nuevo ayuda a moldear el cerebro, lo que, a su
vez, puede colaborar en la creación de nuevas células cerebrales y en reducir
el riesgo de problemas relacionados con la memoria. Aprender un juego
nuevo, como el ajedrez, que requiere de memoria y estrategia, ayudará a tender
puentes entre las células del cerebro. No es necesario realizar un gran
esfuerzo para lograrlo. Basta con hacer las actividades cotidianas de una
nueva manera, por ejemplo, tomar un camino diferente para ir a la tienda,
comer o lavarse los dientes con la mano “equivocada”.
Conéctese a internet para mejorar el cerebro
Según un estudio realizado
en 2009 por el Centro sobre Envejecimiento de la UCLA, en los EE. UU.,
navegar por Internet puede agudizar el funcionamiento del cerebro. Mediante el
uso de resonancia magnética, los investigadores midieron la intensidad de la
actividad cerebral en adultos de entre 55 y 76 años de edad mientras buscaban algo
en Internet. La mitad de los participantes tenía experiencia en el uso de
Internet, la otra mitad, no. Aunque todo el grupo mostró un aumento de la actividad
en las áreas del cerebro que controlan el lenguaje, en la memoria de lectura y
en la capacidad visual, solo aquellos con experiencia previa exhibieron un
marcado aumento en las regiones asociadas con la toma de decisiones y el
razonamiento complejo. E incluso aquellos que rara vez utilizaban Internet
fueron capaces de activar estos centros después de solo una semana de navegar
una hora por día.