Las personas somos reacias a recibir críticas, y la
justificación reside en la evolución del cerebro.
Acuérdese de su última evaluación de desempeño laboral. “Su
jefe enumeró primero 19 de sus cualidades, pero al final le señaló un defecto,
y eso es lo que recuerda”, dice Hanson. “Se nos graba el negativo punto número
20”. Esta reacción exagerada (los psicólogos la llaman “tendencia a lanegatividad”) ayudó a sobrevivir al hombre primitivo. “Nuestros antepasados
buscaban alicientes como comida y pareja, y rehuían peligros como las fieras”,
explica Hanson. “Si no encuentra un aliciente hoy, puede buscarlo mañana, pero
si olvida rehuir una fiera, está muerto. El cerebro evolucionó para focalizarse
en lo adverso. Es como el velcro para las malas experiencias y como el teflón
para las buenas”.
Cómo contrarrestar la tendencia a la negatividad
Hay prácticas sencillas para contrarrestar esta tendencia.
“Tardamos más en asimilar las experiencias positivas”, dice Hanson. “Regodearnos
en lo bueno que nos pasa nos ayuda a cobrar plena conciencia de ello, lo que
promueve la felicidad y la resiliencia”. Saboree los cumplidos que recibe.
Fíjese en los momentos felices; para recordarlos mejor, tome nota de los
detalles.