La depresión no es un estado de ánimo, es una enfermedad,
que debe diagnosticarse y tratarse como tal.
¿Qué es la depresión?
Más que un malhumor pasajero, la depresión interfiere en su
vida, sus relaciones, su noción de sí mismo y su salud. Varía entre la distimia
(depresión de bajo nivel, que puede durar años) hasta la depresión grave,
que puede prácticamente imposibilitarle a la persona trabajar, realizar
actividades cotidianas y relacionarse con su cónyuge, su familia y sus amigos.
Otro tipo es el trastorno afectivo estacional, que se produce solamente en
ciertas épocas del año, generalmente en invierno.
Mecanismos de la depresión
La depresión libera una hormona llamada ACTH que aumenta
los niveles de cortisol, hormona del estrés, en el organismo. El cortisol
adicional puede ser la razón por la cual las personas con depresión tienen
mayores índices de diabetes, ya que reduce la producción de insulina en el
páncreas, y así aumenta el azúcar en sangre. El cortisol también indica al
organismo que debe almacenar más grasa abdominal, lo cual es un factor de
riesgo para muchas enfermedades crónicas.
Las personas con depresión pueden tener mayores niveles
de proteína C reactiva, un compuesto inflamatorio relacionado con el
aumento de riesgo de ataque cardíaco. La depresión también aumenta la liberación
de otros compuestos inflamatorios, llamados citocinas, que incentivan el
crecimiento de la placa peligrosa para el corazón en las paredes arteriales.
La depresión aumenta el riesgo de osteoporosis y
fracturas óseas. Las investigaciones sugieren que el trastorno de humor
activa la producción de la hormona noradrenalina en los huesos, lo que reduce
la capacidad del organismo para mantener una densidad ósea saludable.
Si está deprimido, puede que tenga niveles anormalmente
bajos de serotonina química cerebral. El cerebro quizás no produce
suficiente serotonina, las células cerebrales tal vez no tienen suficientes
receptores para recibirla, o puede que la serotonina rebote en lugar de ir de
una célula a otra.
¿Qué causa la depresión?
Una combinación de genética, estrés crónico y
experiencias de vida difíciles. Los niveles de los neurotransmisores
como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina, utilizados por las
células cerebrales para comunicarse entre sí, pueden estar desequilibrados. Y
algunas áreas del cerebro que regulan el humor, el pensamiento, el sueño, el apetito
y la conducta pueden tener un funcionamiento anormal.
¿Por qué es peligrosa la depresión?
La depresión grave puede llevar al suicidio. Además de este
riesgo, la depresión con frecuencia coexiste con la diabetes, las enfermedades
cardíacas, los derrames cerebrales, el cáncer y otras afecciones graves, lo que
agudiza los síntomas de estas enfermedades y los vuelve más difíciles de
tratar. La combinación puede ser fatal: las personas con diabetes y
depresión tienen mayor riesgo de muerte por cardiopatía. Según las nuevas
evidencias, la depresión puede incluso ayudar a desencadenar la diabetes, las
enfermedades cardíacas y la osteoporosis al elevar los niveles de inflamación y
hormonas del estrés.