Solemos hablar de
personas inteligentes, pero ¿tenemos en claro los tipos de inteligencia que
existen? Aprenda eso y más a continuación, de la mano de los que saben.
Filósofos,
psicólogos y neurobiólogos intentan todavía penetrar al misterio de la
inteligencia. Esta noción es difícil de aprender. Además, ¿es posible definirla
de otro modo que no sean las posibilidades que ofrece: comprender, razonar, adaptarnos
a situaciones nuevas...?
¿Una o varias inteligencias?
El concepto
mismo de inteligencia es tema de debate. Algunos estiman que existe, en
efecto, una inteligencia global que se desempeña en todos los ámbitos.
Otros diferencian varias formas de inteligencias más o menos especializadas
e independientes unas de otras. Los investigadores también se preguntan acerca
de los fundamentos biológicos de la inteligencia. ¿Hay uno o varios
genes de la inteligencia? ¿Puede la rapidez de comprensión atribuirse a una
mayor eficacia en las conexiones interneuronales? ¿Pueden asociarse
ciertas áreas o regiones cerebrales al proceso de razonamiento?
Estas preguntas,
que se mantienen abiertas, promueven debates concretos sobre la educación,
el aprendizaje y el envejecimiento. ¿Qué nos enseñan las neurociencias que
podría aplicarse a todas las edades de la vida para desarrollar nuestro potencial,
enriquecerlo y mantenerlo? ¿Debe valorizarse la inteligencia académica, la del
cociente intelectual o colocar en el mismo plano la creatividad o la
inteligencia emocional? ¿Debe aislarse la inteligencia en un terreno puramente
intelectual o definirla de un modo más amplio en el que puedan incluirse ciertas
cualidades como la aptitud para la felicidad, el éxito individual o la
capacidad para actuar con eficacia sobre lo real?
Teorías acerca de la inteligencia
Desde los inicios
del siglo XX y la aparición de las primeras tentativas para medir la
inteligencia, muchos científicos elaboraron teorías sobre esta función primordial.
Pero ninguna de estas teorías puede pretender una verdad absoluta: ofrecen algunas
luces acerca de un conjunto de capacidades reunidas con razón o sin ella
alrededor del término inteligencia.
El factor G. Para el psicólogo inglés Charles Spearman
(1863-1945), todas las aptitudes están relacionadas: existe una inteligencia
general, llamada «factor G», que determina el nivel de nuestra idoneidad en
los campos de la lógica, del lenguaje, de la representación espacial o de la memoria. Desde esta perspectiva, los tests de inteligencia que incluyen una
gran variedad de competencias dan resultados bastante equilibrados: se
es más o menos bueno o malo en cada una de las materias
Inteligencia
fluida o cristalizada.
Después de Spearman, los psicólogos intentaron definir «subconjuntos» que
componen la inteligencia general. De este modo, Raymond Cattell (1905- 1998)
estableció una distinción entre una inteligencia fluida y una inteligencia
cristalizada. La primera es independiente de la cultura: es la facultad
para reflexionar, adaptarse y aprender. La segunda corresponde a los
conocimientos, a la experiencia, a la capacidad de memorizar y aplicación de lo
adquirido. Se fortalece con la edad, en cambio la inteligencia fluida
tiende, más bien, a declinar.