Después de muchos años de
estudio, y gracias a los estudios por imágenes del cerebro, se descubrió a qué se
deben las diferencias entre hombres y mujeres.
En el transcurso
de su desarrollo, el cerebro integra las influencias del medio exterior:
las de la familia, la sociedad, la cultura. Resulta que hombres y
mujeres tienen cerebros diferentes, pero ¡del mismo modo que el cerebro de
una cantante se distingue del de una campeona de natación!
Es culpa del cerebelo
En promedio, un
cerebro de hombre pesa 1,350 k y el de una mujer, 1,2 k. Durante todo el siglo
XIX, esta diferencia servía de argumento para justificar una pretendida
inferioridad de la inteligencia femenina.
En realidad,
teniendo en cuenta las diferencias en el ancho de espaldas entre el hombre y la
mujer, ninguno de los dos posee un cerebro más grande que el otro. Además, no
existe ninguna relación entre el peso del cerebro y las capacidades intelectuales:
no es la cantidad lo que cuenta, sino la calidad de las conexiones entre las
neuronas. ¡Hombres y mujeres tienen, en promedio, el mismo coeficiente intelectual! En cuanto a las diferencias entre los cerebros, se sitúan en las
regiones que controlan la reproducción sexuada. En lo que concierne a las funciones
superiores, como la memoria, el razonamiento, la atención y el lenguaje, la
diversidad es la regla y es independiente del sexo.
Los hombres son de derecha y las mujeres de izquierda
Los hombres
usarían más su hemisferio derecho, especializado en la representación
espacial, mientras que las mujeres movilizarían más el hemisferio
izquierdo, dedicado al lenguaje.
Esta teoría que
data de 1968, fue barrida por la aparición de la IRM (resonancia magnética),
que demuestra que las áreas del lenguaje y de la representación espacial no
presentan diferencias unidas al sexo. Asimismo, hoy se sabe que los dos
hemisferios están comunicados permanentemente y que una función no se localiza
en una sola región.
Algunos tests
neuropsicológicos comprueban que, en efecto, los hombres tienen mayor
facilidad que las mujeres para ubicarse en el espacio en tres dimensiones, pero
no en dos dimensiones, lo cual es sorprendente. ¿Cuál es la causa de esta
diferencia? En todo caso, no está presente en el nacimiento y sólo se detecta
en la adolescencia. Por otro lado, es suficiente una semana de entrenamiento en
estas pruebas para que las mediciones de hombres y mujeres se igualen. Entonces
es la educación la que hace la diferencia, y esto se prueba con un
ejemplo: el fútbol. La mayoría de los varones lo practican, ¡constituye una excelente
manera de aprender a ubicarse en el espacio!