¡Vale la pena probar estas técnicas halladas recientemente por investigadores del sueño!
Rápido, vaya a su
jardín o patio e instale una hamaca. Estudios recientes confirman lo que muchas
personas han pensado siempre: mecerse con suavidad ayuda a conciliar el sueño
más rápidamente, dice Nancy Shute en el blog de salud Shots.
Un leve balanceo también sumió a los voluntarios en un sueño más profundo (lo que, al parecer, ayuda a fijar los recuerdos registrados durante el día). Para los investigadores, este hallazgo fue inesperado, pero a millones de madres no les sorprenderá: la ciencia solo ha confirmado la eficacia de arrullar a los bebés.
Un segundo estudio ofrece otro auxiliar potencial: los investigadores les dieron a 12 personas insomnes una gorra con agua circulante para enfriar la cabeza. Cuanto más frío esté el cerebro, más profundo el sueño, informaron los científicos en la conferencia SLEEP, en junio pasado. El director del estudio ya ha solicitado una patente para la gorra enfriadora, pero, mientras tanto, haz lo que la enfermera Karen Roush aconseja en su libro What Nurses Know... Menopause (“Lo que las enfermeras saben… la menopausia”) a las mujeres que no pueden dormir por los bochornos nocturnos. Meta una funda de almohada en una bolsa de plástico, déjela en el congelador hasta la hora de acostarse y entonces cubra su almohada con ella.