Si el orden de la casa es una pelea diaria, estos consejos
son para usted.
Fuente: Thespruce.com
Convierta la limpieza en un juego
Probablemente ningún adulto piense que ordenar y limpiar
puedan ser actividades entretenidas. Sus hijos, tampoco. Entonces, convierta
esta actividad en un juego que sí puedan encontrar divertido. Propóngales
que toquen un timbre al terminar una tarea o use un cronómetro para que
realicen cada tarea e intenten ganarle al reloj. No se necesita mucho para
transformar esta actividad en algo entretenido para los niños, y realmente
puede marcar una diferencia en la actitud de sus hijos para colaborar en la
casa.
Use canastos para organizar
Cuando de ordenar se trata, los canastos son los mejores
aliados de los padres. Puede comprar varios en alguna tienda económica y
así generará espacio para guardar juguetes en forma inmediata y a bajo costo. Es
posible que los niños no sepan dónde debe ir cada juguete pequeño, pero si usan
canastos, resulta muchísimo más sencillo ordenar y lo único que deben hacer
es colocar sus juguetes dentro de los contenedores.
Ofrezca incentivos
Probablemente no quiera sobornar a sus hijos para que
ordenen, pero ofrecer incentivos es una técnica que suele funcionar, solo
recuerde que no debe tratarse de dinero ni de golosinas. Si tienen planeada
una noche de cine, que todos participen de la limpieza y hagan su parte del
trabajo. El incentivo es la película. El resultado es una casa ordenada y limpia y un tiempo en familia bien merecido para todos mientras disfrutan la
película.
Relájese y disfrute
La casa es un desorden total. Todo está repleto de juguetes
y justo cuando termina de ordenar un espacio se desordenan dos más. A veces,
simplemente debe relajarse y dar pequeños pasos para organizar su casa y
ordenar juguetes, ropa y juegos. No espere que los pequeños ordenen más que
una habitación o hasta media habitación por vez. Son niños y, si bien pueden
aprender sobre la responsabilidad a través del orden, nunca serán tan
eficientes como un equipo de limpieza profesional. Entonces, relájese. Sea usted
mismo. Permita que ellos también sean ellos mismos. Y, a veces, simplemente
cierre la puerta para no tener que ver el desorden que quedó tras el paso del
día. Su casa estará limpia y silenciosa algún día. ¡Y extrañará a sus hijos
pequeños y desordenados!, concluye esta nota del portal Thespruce.com.