Todos lo hemos vivido y nos morimos de envidia por aquellos que tienen ingenio nato. Aquí le dejamos una serie de consejos para afilar su lengua en la próxima charla.
En 1997, en un
episodio de la serie televisiva cómica Seinfeld, titulado “La respuesta”,
George Costanza se llena la boca de camarones gratuitos durante una reunión de
negocios. Su colega se burla de él: “Oye, George, el océano llamó. Dice que se
está quedando sin camarones”. Costanza se queda ahí, humillado, mientras lasrisas llenan la habitación y su mente busca frenéticamente la respuesta
perfecta. No es sino hasta algunas horas después, cuando está yendo a su casa, que se le ocurre una réplica. Pero el
momento ha pasado. (Quizá fue lo mejor que le pudo suceder, ya que la epifanía
de George fue, como era de esperarse, mediocre: “¿Ah, sí? ¡La tienda de
imbéciles llamó y dicen que se están quedando sin existencias de ti!”.)
La decepcionante
experiencia de pensar en el contragolpe idóneo demasiado tarde —l’esprit de
l’escalier, o “el ingenio de escalera”— fue identificada por el filósofo
francés Denis Diderot. Estaba tan abrumado por una discusión en la que se
enfrascó durante una fiesta que solo pudo volver a pensar con claridad hasta
que llegó al pie de la escalera antes de retirarse.
Todos lo hemos vivido y nos morimos de envidia por aquellos que tienen ingenio nato. Así que decidimos preguntarle a quienes se ganan la vida con respuestas agudas —improvisadores y raperos de estilo libre, entre otros— cómo cualquier persona puede aprovechar la oportunidad y responder con chispa en su vida cotidiana. Estos son sus consejos.
No lo piense mucho la respuesta
En la improvisación, los contrataques más graciosos se dan en el instante, afirma Douglas Widick, un actor que entrenó con los cómicos de la Brigada de Ciudadanos Honorables de Chicago. Que no le preocupe dar con la frase adecuada. “Se trata de deshacernos de la necesidad de juzgarnos”, dice Belina Raffy, directora general de Mafflick, compañía con sede en Berlín que recurre a estas habilidades de espontaneidad para hacer negocios. “Sobre todo si actuamos a partir del deseo de lograr que todos queden bien, que es un principio básico de la actividad”. Si bien no todas las respuestas serán perfectas, algunas darán en el blanco.
Escuche antes de saltar y responder
Sin embargo,
dedique un tiempo a considerar el argumento de que su contrincante está
externando. Su respuesta podría ser más precisa y, por lo tanto, más exitosa,
explica Jim Tosone, ejecutivo de la industria tecnológica que se convirtió en
asesor de la materia y quien desarrolló el programa “Improvisar supone hacer
negocios”.
Guarde municiones para las respuestas
Algunas de las
personas que dieron las respuestas más ingeniosas de la historia almacenaron
sus frases y las aprovecharon en el momento adecuado. Winston Churchill era
conocido por sus sagaces contestaciones; no obstante, Tim Riley, director y
curador en jefe del Museo Nacional de Churchill, ubicado en Fulton, Missouri,
asegura que tomó prestadas muchas de esas frases.
Una de sus líneas
más famosas fue esgrimida en respuesta a un ataque de la política Bessie
Braddock: “Winston, estás borracho”. El primer ministro reviró: “Bessie,
querida, tú estás fea. Pero mañana yo estaré sobrio y tú seguirás siendo fea”.
Riley afirma que un parlamento similar al anterior apareció en una película de W. C. Fields (quien quizá la elaboró a partir de una ofensa hecha por un integrante de la Cámara de los Comunes). “Fue un recuerdo espontáneo de algo que ya había sintetizado, creado y que se guardaba bajo la manga”, puntualiza Riley.
No se obsesione si fracasa al responder
La satisfacción
producto de asediar a su oponente con un ataque verbal tiene una sensación
diametralmente opuesta: la decepción producida por soltar algo mediocre.
Si no acierta, el rapero iLLspokinn aconseja olvidarse de su oportunidad perdida en lugar de seguir pensando en su error. “No hacerlo puede resultar tóxico”, señala.
El retraso para responder es fatal
Cuando conversa a
través de mensajes de texto o redes sociales, cuentas con algunos minutos
adicionales para analizar su contragolpe. Eso podría mejorar la calidad de sus
frases, pero no lo piense demasiado: las contestaciones pierden impacto después
de un día. “La velocidad es fundamental para el ingenio, ya sea en la vida real
o en la pantalla”, precisa Scott Talan, un experto en redes sociales de
American University.
De hecho, algunas
empresas han aprendido a implementar respuestas rápidas y agudas en sus redes
sociales como estrategia de marketing. La cuenta de Twitter de la cadena de
comida rápida Wendy’s se ha vuelto tan famosa por sus respuestas descaradas que
algunos usuarios intentan provocarla intencionalmente, casi como en una batalla
de ingenio. “Apuesto a que no me seguirás, @Wendys”, desafió alguien. “Ganaste
esa apuesta”, sentenció de inmediato Wendy’s.
George Costanza también descubrió que quien vacila pierde en este juego. Tiempo después se reencuentra con su némesis en otra reunión y aprovecha la ocasión para usar su vieja línea: “La tienda de imbéciles llamó y dicen que se están quedando sin existencias de ti”. ¡Demasiado tarde! El tipo ya urdió la réplica. “¿Qué importa?”, pregunta sonriendo. “Tú eres su artículo más vendido”.