Como todo el resto de los
órganos: si no se usa el cerebro, se atrofia.
El efecto de crecimiento
no implica solamente el ensayo de lo que ya sabemos, como un taxi que se
desplaza por las mismas calles. La investigación muestra que lo nuevo ayuda a
moldear el cerebro, lo que, a su vez, puede colaborar en la creación de nuevas
células cerebrales y en reducir el riesgo de problemas relacionados con la memoria.
Aprender un juego nuevo, como el ajedrez, que requiere de memoria y estrategia,
ayudará a tender puentes entre las células del cerebro. No es necesario
realizar un gran esfuerzo para lograrlo. Basta con hacer las actividades cotidianas
de una nueva manera, por ejemplo, tomar un camino diferente para ir a la
tienda, comer o lavarse los dientes con la mano “equivocada”.
Conéctese a Internet
Según un estudio realizado en
2009 por el Centro sobre Envejecimiento de la UCLA, en los EE. UU., navegar
por Internet puede agudizar el funcionamiento del cerebro. Mediante el uso
de resonancia magnética, los investigadores midieron la intensidad de la
actividad cerebral en adultos de entre 55 y 76 años de edad mientras buscaban algo
en Internet. La mitad de los participantes tenía experiencia en el uso de
Internet, la otra mitad, no. Aunque todo el grupo mostró un aumento de la
actividad en las áreas del cerebro que controlan el lenguaje, en la memoria de lectura y en la capacidad visual, solo aquellos con experiencia previa
exhibieron un marcado aumento en las regiones asociadas con la toma de
decisiones y el razonamiento complejo. E incluso aquellos que rara vez
utilizaban Internet fueron capaces de activar estos centros después de solo una
semana de navegar una hora por día.
El movimiento ayuda al cerebro
Si desea poner en marcha el
cerebro, manténgase activo. El ejercicio
aumenta los niveles de endorfinas, las hormonas que nos hacen sentir bien, relajados
y felices. Los estudios sugieren que también aumenta la disponibilidad de los
mensajeros químicos cerebrales más importantes, como la serotonina y la
dopamina, cuyos niveles disminuyen con la edad.
Acelere el ritmo
Para obtener el beneficio
óptimo del cerebro y, específicamente, para protegerse contra el encogimiento del
tejido cerebral que ocurre a medida que envejecemos, el ejercicio aeróbico (una actividad que le quite un poco el aliento y lo haga
sudar, pero que le permita mantener una conversación) es el indicado. Esto se
debe a que nuestras células cerebrales, como todas nuestras células,
necesitan oxígeno, y el ejercicio aeróbico ayuda a aumentar el flujo de
sangre que transporta oxígeno. Un estudio realizado en la Universidad de
Illinois, EE. UU., informó que un grupo de 124 personas mayores de 60 años que
no estaban en forma se desempeñó mucho mejor en pruebas complejas,
especialmente en las que involucraron conmutación de tareas, después de haber
caminado rápidamente durante 45 minutos, tres días a la semana. También
pudieron concentrarse mejor.