Cada tipo de piso requiere un cuidado distinto. Aprenda los
trucos de los expertos para tener los pisos relucientes.
Pisos de cerámica, laja o ladrillo
Este tipo de pisos, aunque bonito y duradero, necesita cuidados
especiales. Generalmente, el problema radica no en el material en sí mismo
sino en las juntas. Con menor frecuencia, se deberán reemplazar cerámicos,
lajas o ladrillos rotos, tarea que resulta conveniente encargar a un
especialista.
Los cerámicos opacos y el empaste se deberán sellar
con silicona; de lo contrario, se ensuciarán. Si estuvieran lustrados,
sólo se deberá sellar los empastes. Realice esta tarea al finalizar la
colocación y repítala según se requiera.
Para mantener limpios sus pisos de cerámica,
refriegue con una lavadora de pisos eléctrica y una mezcla de 1⁄4 de
taza de jabón de baja espuma o 1 a 2 cucharadas de soda cristalizada (compuesto
de boro) o limpiador en polvo en cuatro litros de agua. Enjuague y
seque.
Para manchas difíciles, mezcle dos cucharadas de blanqueador
líquido –lavandina– en un litro de agua. Frote con un cepillo de dientes
que ya no utilice y deje actuar por 20 minutos. Repase, enjuague y seque.
Luego, aplique sellador acrílico. Otra alternativa podría ser verter
tres capas de aceite de limón, dejando secar por una hora entre cada
una.
Aunque no sucede con frecuencia, podrían aparecer marcas
persistentes. Trátelas con agua y polvo desengrasante. Vierta la
mezcla sobre la mancha y deje actuar por cinco minutos. Refriegue con una
esponja de fibra sintética, enjuague y seque. De ser necesario, repita el
procedimiento.
Emplee un paño húmedo para limpiar pisos de ladrillo o
laja. La irregularidad de este tipo de superficies dificulta el uso de estropajos.
Dado que los limpiadores en seco pueden descascararla, es importante mantener
la superficie mojada durante el proceso. Arroje agua sobre el piso antes
de aplicar cualquier producto de limpieza. Una vez limpio, enjuague.
Para eliminar o disimular manchas de aceite y grasa
sobre ladrillo y laja inmediatamente después de que se produzcan, eche
arena para gatos o cemento en polvo. Deje que el material absorba la mancha,
y retire los restos. De ser necesario, repita el procedimiento.