¿Tiene la casa recién pintada y los chicos le escribieron la
pared? ¿Se manchó una pared con comida? No desespere: sin importar la
superficie, es posible quitar esas manchas difíciles.
Los muros y techos en ambientes transitados, cercanos a la cocina o expuestos a agentes contaminantes como hogares u hornos presentan una película de grasa. A continuación, encontrará algunas sugerencias para removerla:
MANCHAS DE ACEITE
• Recurra a un limpiador abrasivo y solvente para tratar manchas
de aceite.
• Si comienza por abajo, la solución chorreará la
parte que ha limpiado. Y si empieza por arriba puede ser difícil quitar las marcas
del líquido chorreado. Lo mejor es limpiar de, abajo hacia arriba, trabajando
rápidamente en porciones pequeñas con un trapo bien retorcido o una esponja
(en este caso, es factible que el agua chorree por el brazo, por lo cual es conveniente
anudar una toalla a su muñeca para absorber la humedad).
• Aplique la técnica de los dos baldes para optimizar
el rendimiento de la solución limpiadora. Llene el primero con el
producto y el otro con agua. Utilice un estropajo con esponja o un trapo, y
enjuague antes de volver a aplicar el limpiador.
• Si prefiere usar un paño, procure que sea de color
claro ya que de otra manera podría desteñir.
• No fuerce su espalda: sírvase de herramientas adecuadas
que alcancen todos los recovecos de techos y paredes. Escoja utensilios de
mango largo.
• Sea precavido. El agua y los elementos húmedos no deben entrar
en contacto con la electricidad. Conserve los estropajos, escobas,
baldes y escaleras cerca de la pared para evitar accidentes.
PAREDES A PRUEBA DE NIÑOS
• Coloque una plancha de acrílico irrompible transparente
alrededor de la cuna de sus niños, protegiendo los muros de manchas de
comida, marcas de juguetes y pequeñas huellas. Sujete la plancha a la pared
y limpie con una esponja húmeda.
• El secado es tan importante como la limpieza. Una
vez que haya finalizado, seque desde abajo hacia arriba con una toalla limpia para
evitar la aparición de marcas. Para una mayor absorción, seleccione tejidos
de algodón.
PAREDES DE AZULEJO Y LADRILLO
• Las superficies de cerámica admiten limpiadores
líquidos no abrasivos (diluidos o no). Otra opción es mezclar una
parte de vinagre con cuatro de agua. Para tareas más complejas, prepare una solución
de amoníaco, media taza de vinagre y 1⁄4 de taza de levadura química por
cada cuatro litros de agua tibia. Enjuague para quitar los restos del producto
y devuelva el brillo puliendo con un paño limpio de textura suave.
ALGUNAS SUGERENCIAS EXTRAS:
• Los empastes que se encuentran en ambientes húmedos acumulan
suciedad y moho. Para que luzcan como nuevos, mezcle 3⁄4 de taza de blanqueador
líquido sobre la base cloro (lavandina) con cuatro litros de agua. Aplique
generosamente con una esponja o paño. Cepille las marcas persistentes,
enjuague y si es necesario, repita el procedimiento.
• Remueva las manchas de aceite y grasa sobre muros
de ladrillo, como por ejemplo la fachada de una chimenea, cortando un trozo de
plástico de la mitad del tamaño de la mancha. Pegue con cinta adhesiva los
lados y el borde inferior para formar una especie de bolsa. Llénela con
material absorbente o arena para gatos y cierre por el extremo superior. Conserve
por algunos días, y revuelva de tanto en tanto a fin de que el polvo entre en contacto
con la mancha. Retire una vez que ésta haya desaparecido.