Enemigas número uno del guardarropas, las polillas son una plaga
que se reproduce con facilidad.
En muchas casas las plagas de polillas son un problema que causa
serios daños en los muebles de madera y la ropa, principalmente la de lana,
piel o plumas. aquí le damos algunas de las soluciones más prácticas para
combatirlas y erradicarlas definitivamente.
Las larvas se alimentan de estos materiales, más si las prendas se
guardaron sucias o no se mueven en mucho tiempo. Afortunadamente no es difícil
acabar con esta plaga.
La polilla pertenece a la misma familia de las
mariposas (lepidópteros). Aunque existen más de 150.000 especies conocidas,
sólo el 10% son mariposas diurnas, el resto son nocturnas o polillas.
Afortunadamente, de las miles de especies de polillas son pocas las que se
alimentan de la ropa y muebles de madera. También suelen acumularse en los
libros que no se limpian periódicamente y acumulan polvo y mugre.
Este insecto se desarrolla mediante
metamorfosis y pasa por las siguientes fases: huevo, larva, capullo y adulto, que es
el insecto que conocemos como polilla. Contrariamente a lo que se piensa sólo
la larva es la que daña los tejidos y maderas.
Cada polilla adulta es capaz de poner más de
100 huevos de donde sale una larva que se desarrolla durante tres meses mientras
que se alimenta de tejidos naturales como la lana, piel, seda o madera. Después
se forma el capullo del que sale el insecto adulto que conocemos y que es
inofensivo para las prendas.
Para eliminar la polilla, el primer paso es encontrar el principal
lugar donde están escondidas, puede ser debajo de los muebles que no se ha
movido en un tiempo, en las esquinas o detrás de los zócalos.
Para ello, tienes que aspirar con frecuencia el posible lugar de
la plaga, luego retirar y desechar la bolsa de la aspiradora.
El siguiente paso es limpiar cualquier tejido que haya sido infectado. Cepíllalos, déjalos al sol unas horas, los limpias, y guardas nuevamente. Es importante que los placards, armarios, cajoneras y roperos donde guardas la ropa estén bien cerrados.
Sella todos los accesorios y juguetes de tela en una bolsa de
plástico y ponlos en la heladera durante una semana. Utiliza un tratamiento
químico, pero sólo después de haber limpiado la zona infectada.
También se puede aplicar un pesticida en las zonas donde se ven
a las polillas. Revisa la etiqueta del pesticida para saber si va a matar
polillas o plagas de la tela. Rocía el plaguicida en las esquinas, a lo largo
de la parte inferior de las puertas y en cualquier grieta cercana. No apliques
el plaguicida directamente en la ropa o muebles.
Soluciones caseras contra las polillas
Antes de guardar tu ropa, rocíala con una solución de alcanfor
(blanco) en medio vaso de vodka u otro alcohol vegetal.
En lugar de utilizar naftalina, utiliza bolsitas
de tela que contengan granos de pimienta negra, flores de lavanda, clavo de
olor y hojas de menta secas o de salvia también secas. Frota un
poco de aceite de laurel en muebles, puertas y demás mobiliario de madera para
protegerlo.
Prepara una mezcla de las siguientes hierbas:
un cuarto de taza de hojas de: romero, menta, tomillo y clavos de olor molidos. Colócalo
en los placares donde guardas la ropa de invierno, armarios o roperos, donde
creas conveniente pero cuidado con la curiosidad de los niños.
También puedes colocar flores de lavanda secas, sólo cuelga
un ramo dentro del placard amarrado de un elástico para que al irse secando
sigan apretadas. (Haz lo mismo con cualquier flor que quieras secar).
Medidas preventivas contra la polilla
Para evitar las polillas en los placares
conviene saber que las larvas prefieren las prendas que han sido guardadas sin
lavar o que no han sido usadas durante un largo período de tiempo. Por
eso debes guardar la ropa bien limpia y libre de manchas.Se recomienda guardar
la ropa en bolsas de plástico o bien en cajones herméticos.
Como precaución, es conveniente ventilar bien la ropa que ha estado
en contacto con estos productos antes de usarla y evitar inhalar los gases que
desprenden esos compuestos, que han de ser utilizados siempre siguiendo las
indicaciones del fabricante.
Los antipolillas químicos suelen presentarse en
forma de bolitas para colocar entre la ropa o en pequeños recipientes. Poseen
un fuerte olor característico. Al contacto con el aire se van consumiendo
lentamente convirtiéndose en un gas que mata a las polillas y a sus larvas. Los
componentes más comunes de estos antipolillas son: naftaleno o naftalina y
alcanfor.