A veces, no todo es tan fácil como parece al cocinar:
derramamos, ensuciamos, rompemos. Lo importante es no desesperar y actuar de
inmediato.
1. Derramé aceite sobre la mesada
USE PAPEL DE COCINA Y AZÚCAR. Evite rápidamente
que se extienda la mancha con un paño o papel de cocina o lo que tenga a mano.
Luego trate de absorber todo el aceite que pueda con papel de cocina o una
esponja. Espolvoree azúcar sobre el aceite que quede para absorberlo y limpie
con papel de cocina. Puede ser que quede una película de aceite. En ese caso, rocíe
la superficie con un limpiador desengrasante multiuso y luego retírelo.
2. Se derritió un recipiente de plástico sobre la hornalla
RETIRE LOS RESTOS MIENTRAS ESTÁN TIBIOS. Esta
situación “pegajosa” puede ocurrir con recipientes, cucharas de servir, tablas
de picar y otros elementos de plástico. Apenas lo note, apague la hornalla y
trate de alejar el plástico derretido de la fuente de calor tirando desde
el extremo más alejado de la hornalla. El calor no se transmitirá a través del
plástico, pero de todos modos deberá usar una manopla para mayor seguridad. Si
tiene suerte, el extremo derretido aún estará lo suficientemente caliente
para retirarlo de la hornalla.
SI LA SUPERFICIE ES LISA, RASPE. Una vez que se
enfría, el plástico se adhiere firmemente. Si tiene una cocina eléctrica
con tapa de vitrocerámica, raspe cuidadosamente el plástico con una navaja de
un solo filo. El raspado es efectivo en las áreas lisas de cualquier hornalla.
SI LA SUPERFICIE ES IRREGULAR, PASE UNA LLAMA. Si el
plástico se ha adherido a una superficie irregular, por ejemplo, la rejilla de
la hornalla de una cocina a gas o la bandeja ubicada debajo, lo mejor será
volver a derretirlo. Retire la rejilla o la bandeja y llévela al patio.
Luego trate de derretir el plástico con un soplete. No es una medida tan
drástica como parece. Las ferreterías venden pequeñas latas de gas propano con
un accesorio que se enrosca y emite una llama moderada al oprimir una pequeña
ruedita similar a la que traen los encendedores. Sostenga la rejilla o la
bandeja lejos de usted con una pinza o una tenaza de mango largo. O retire la
parrilla del asador y colóquela sobre dos bancos. Coloque algunas hojas de
diario debajo para que no caiga plástico derretido en el patio. Luego apunte el
soplete hacia el objetivo. A medida que el plástico se caliente, se
derretirá y caerá sobre las hojas de diario. Cuando el plástico deje de
humear, el problema también se habrá evaporado.
3. Me quemé el dedo mientras cocinaba
APLÍQUESE MOSTAZA. Si tiene que terminar de preparar
la comida y no tiene tiempo de ir hasta el botiquín a buscar un medicamento,
busque la mostaza. Para obtener un rápido alivio, algunos chefs profesionales
cubren con mostaza la zona del dedo en que se produjo la quemadura. Una
buena mostaza para salchichas será suficiente. No meta el dedo en el frasco de
mostaza (¡no es higiénico!). Simplemente tome un poco con una cuchara,
extiéndala sobre el dedo y déjela allí. Sentirá una frescura y un alivio del
dolor que le permitirán seguir cocinando con una mano y cuatro quintos de la
otra.
EL MEJOR TRATAMIENTO. Si tiene tiempo, el primer
auxilio adecuado para una quemadura superficial es colocar el dedo en agua fría
durante algunos minutos y luego aplicar una crema con aloe vera o una pomada
antibiótica antes de cubrir la zona con una gasa.
Cuando cocine un plato en el horno, recubra el estante
inferior con papel de aluminio de modo que, si algo salpica durante la cocción,
lo único que deba hacer después es quitar el papel. Eso evitará tener que
raspar la comida quemada del piso del horno. Y si está horneando algo que sabe
que burbujeará —como un pastel de manzana— coloque debajo una fuente para horno
forrada en papel aluminio para mayor protección.