Las conservas son grandes aliados de la cocina, ya que concentran sabores y acompañan todo tipo de platos.
Por la Lic. Carolina Repetto / @Con.Ciencia.Alimentaria
No
hay nada más placentero que comer un pan con mermelada ¡casera! Además, las
berenjenas en escabeche y las cebollitas encurtidas hechas en casa, sin dudas, tienen
otro sabor, pero debemos saber que estos preparados tienen su lado B. ¿Cuáles son
los SÍ y los NO al momento de preparar conservas caseras? Veamos.
LO QUE SÍ DEBEMOS HACER CON LAS CONSERVAS
•
Usar fruta y verdura en excelente estado.
•
Lavar, cepillar y desinfectar muy bien las frutas o vegetales para
conservar y asegurarnos de sacar los restos de tierra.
•
Esterilizar envases: sumergirlos en agua hirviendo por 20 minutos (para
eliminar microorganismos que luego puedan deteriorar el alimento).
•
Enfriar rápidamente la preparación (en menos de cuatro horas).
•
Guardar en la heladera.
•
Consumir dentro de los siguientes 15 días.
•
Conservas con vinagre, muy ácido (pH menor a 4,5); impide el desarrollo de
Clostridium botulinum, la bacteria causante del botulismo (¡que no se detecta
a simple vista!)
LO QUE NO DEBEMOS HACER CON LAS CONSERVAS
•
Dejarlas afuera de la heladera.
•
Consumir si tienen hongos.
•
Utilizar envases con restos de alimentos (lavar y desinfectar bien).
• Modificar cantidades de ingredientes (como azúcar o ácidos) de
las recetas originales, ya que son ingredientes que ayudan a la conservación.
• Creer que, por ser una
conserva, podemos guardarla por mucho tiempo (no son lo mismo que las conservas
industriales, que están previamente esterilizadas).
Por
la Lic. Carolina Repetto / @Con.Ciencia.Alimentaria