La cocina es uno de los ambientes donde más tiempo pasamos.
Por eso, es hora de arremangarse y ponerse a organizarla.
Los asesores de organización cobran por recomendar formas de
ordenar el hogar, incluida la cocina. Identificar el origen del desorden es
fácil. Persuadir a los autores para evitarlo suele ser mucho más difícil.
Christy Best, una organizadora profesional de California, EE.UU., encontró una
ingeniosa manera de convencer a un cliente adinerado de que se desprendiera de
los cientos de frascos de mayonesa que había acumulado. El ahorrativo señor
planeaba abrir una empresa de conservas cuando se retirara y creía que iba a
ahorrar dinero si tenía listos los frascos para cuando llegara el momento. Sólo
tenía 40 años, pero no podía resistir la idea de ahorrar unos pocos dólares
para dentro de 20 años. El fuego se combate con fuego. Christy calculó el valor
total de su hipoteca y los gastos de la casa. Dividió ese número por los metros
cuadrados del costoso hogar. Las cifras resultantes le demostraron al hombre de
los frascos cuánto le estaba costando almacenar esos recipientes. Seguramente
habría mejores destinos para tan caro espacio. Una vez que el hombre vio las
cifras, los frascos de mayonesa se convirtieron en historia.
CUANDO ALMACENE LOS ALIMENTOS, COLOQUE LOS MAS VIEJOS ADELANTE
Si frecuentemente desecha alimentos envasados porque ha
pasado la fecha de vencimiento, comience a utilizar el método profesional PEPS
(primero en entrar, primero en salir) en su despensa. Coloque siempre las nuevas
adquisiciones en el fondo del estante o en la parte inferior de la pila. De
ese modo, usted y los miembros de su familia siempre usarán primero el producto
más viejo (y más fácil de tomar).
COLOQUE LOS ARTÍCULOS SIMILARES EN CANASTAS
Para controlar el desorden de cajas y bolsas de la alacena, necesitará
algunas canastas o cajas de madera con bordes bajos, de menor profundidad
que los estantes y alrededor de 30 cm de ancho. Los comercios de artículos para
la cocina y el hogar ofrecen atractivas opciones, pero, si no puede gastar,
recorte los lados de unas cuantas cajas de cartón. Ordene las cajas en los
estantes y coloque una categoría de alimentos en cada una de ellas. Una
caja puede contener cosas dulces (azúcar blanca, azúcar negra, almíbar,
vainilla, melaza, azúcar en terrones, etc.) Otra caja podría contener artículos
para hornear, como harina, pan rallado y almidón de maíz. Y los cereales para
el desayuno pueden guardarse juntos en otra caja. Independientemente de la
forma en que se organicen los contenedores, el área de búsqueda se limitará al
tamaño de la caja o canasta, que podrá extraer y colocar sobre la mesa o mesada
para buscar cómodamente.
COLOQUE ESTANTES ESCALONADOS
Para ordenar el caos de latas de la alacena, pruebe usar
estantes escalonados. Consiga un exhibidor de mostrador con forma de
grada, como los que suele haber en comercios de diferentes ramos. Asegúrese
de que la diferencia entre el estante superior del exhibidor y el estante de la
alacena que quedará sobre él tenga mínimamente la altura de una lata. También
compruebe que el ancho del estante principal exceda el ancho del exhibidor en
por lo menos el diámetro de una lata. Coloque las latas en los miniestantes.
Ahora no sólo podrá ver la lata que necesita, sino que también podrá tomarla
sin derribar las otras.
RECURRA A CONTENEDORES TRANSPARENTES
Use recipientes transparentes apilables para guardar saquitos de té y sobres sueltos de sopas instantáneas y condimentos. De
este modo, será mucho más fácil encontrarlos que si los guarda en bolsas
plásticas. También puede usar estos recipientes para conservar cereales,
fideos, arroz y porotos. Las cajas y paquetes a medio llenar ocupan espacio y
es casi imposible mantenerlas prolijas. La mayoría de los alimentos envasados
pueden colocarse en tarros grandes con tapas que cierren bien o en contenedores
plásticos apilables y herméticos. Los comercios de artículos de bazar
ofrecen contenedores resistentes y decorativos de vidrio o plástico.
También puede destinar a ese propósito los tarros que tiene en casa. Si tiene
espacio en la mesada o zonas libres en la parte superior de la alacena, coloque
los tarros allí, donde no se olvidará de ellos. El mismo principio es útil para
el alimento balanceado para perros o gatos. Con un recipiente grande y rígido
colocado en el suelo, por ejemplo, un balde de 19 litros, mantendrá la comida
de su mascota accesible sin que se derrame.